Hablar de un autor como Vargas Llosa a estas alturas nos llevaría a incurrir inevitablemente en tópicos varios sin aportar nada nuevo, nada original que no conozcan los lectores.
Así que, vamos a ofrecer una visión personal, alejada (nos perdonaréis por ello) de la objetividad.
«La ciudad y los perros» supuso un impacto importante en los jóvenes lectores que un día fuimos, nos llevó a leer muchos de sus libros; a esperar con expectación sus publicaciones; a descubrir siempre calidad, rigor y un manejo magistral de nuestro idioma, para acabar finalmente encontrando una obra maestra: La fiesta del chivo.
Incontestable nos parece su inclusión entre los más grandes escritores en español de todos los tiempos, de los pocos que nos quedan en activo. Un trabajador de la literatura, un tipo que se documenta en profundidad al abordar novelas y obras de teatro, que escribe fijando y cumpliendo un horario estricto, alguien para quien la tarea es un oficio, mucho más que un fogonazo de inspiración.
Un señor al que nos gusta leer… pero también escuchar, porque es un excelente orador. Os recomendamos su presentación al público de la obra que vamos a analizar estos días (mejor una vez leída la obra, claro):
Tiempos recios
La propuesta de lectura viene marcada por sus conexiones con La fiesta del chivo: algunos personajes, contexto histórico y geográfico, junto a algunas críticas que situaban ambas obras al mismo alto nivel.
En nuestra opinión, no alcanza la altura de aquella, pero es una novela muy, muy interesante. ¡Qué placer aprender a través de la ficción, profundizar en la historia de Centroamérica a partir de un relato que nos ha atrapado desde el primer momento!.
Y sobre todo qué impactante la actualidad de los temas que se tratan y forman parte del día a día, del HOY de nuestra sociedad globalizada ¿no os parece?: intereses económicos que manejan los hilos, manipulación mediática, la propaganda, el poder de la desinformación…
Ya en los años 40 se podía convencer al mundo de que lo falso era lo verídico frente a la realidad objetiva (¡Dios mío, la posverdad existía entonces!); poner o deponer gobiernos y orquestar golpes de estado.
(Escribimos estas líneas mientras asistimos perplejos al asalto del Congreso de los mismísimos Estados Unidos de América por parte de los seguidores de Trump).
Creemos que todo ello nos regalará los próximos días, buenos ratos de debate y reflexión compartida.
Para saber más, os seleccionamos un par de reseñas interesantes:
Aunque, como viene siendo habitual, tenéis toda la documentación consultada en este enlace.
¡Feliz año de lecturas!
Un saludo o tod@s, de nuevo nos hemos topado con el Gran Mario, genial como siempre en su narrativa, bestial en sus retratos crudos y casposos, sorprendente en las tramas, imaginativo para completar realidades complejas. Con este autor, siempre aprendo algo nuevo, que me permite entender muchas situaciones de la actualidad. Con su fabulación del pasado, nos muestra la realidad cruda de una Guatemala, que aunque lejana, se aproxima a muchas situaciones políticas de cualquier sociedad destruida por los abusos de poder y los juegos políticos. Una bofetada de realidad, corrupción, violencia, sexo, manipulación, al mejor estilo Vargas Llosa.
Hola Conchi, muy acertados los adjetivos que utilizas para describir la narrativa de Vargas Llosa, cruda y directa como pocas, perfecta para esos tiempos recios en los que transcurre el relato en medio de regímenes autoritarios e injusticia. Tiene la capacidad de engancharnos, de hacernos querer saber más (a pesar de la lejanía en el tiempo y en el espacio) de esa Guatemala del siglo pasado. Ha despertado nuestra curiosidad: casi apetece leer la obra de Bernays, o mirar en qué consistió exactamente la Reforma Agraria de Árbenz…
Gracias.
Buenas,
Justo ayer acabe de leer el libro, y como esperaba, me ha gustado mucho. Este verano leí por primera vez a Mario Vargas LLosa con la ciudad y los perros y quedé atrapada con la forma que tenía de contar las cosas. Lo mismo me ha pasado con este libro, tenía altas expectativas y el libro ha estado a la altura de ellas.
Al ser yo también lationamericana (peruana, igual que Mario), el libro ha sido un descubrimiento de la historia de un país que aunque nunca he visitado, siempre he tenido la idea de que era peligroso. Aunque, como dice Conchi, el libro es una bofetada de realidad, corrupcion y más, me ha dejado con las ganas de leer también la «fiesta del chivo» que según me han contado y como habéis escrito vosotros está muy relacionado con este libro.
Hola Kim, qué suerte que estés empezando con Vargas Llosa, no dejes de leer «Conversación en La catedral» o «La tía Julia y el escribidor». «La fiesta del chivo» es imprescindible. Seguramente como latinoamericana, el contexto te resultará más cercano aunque como joven del siglo XXI te sorprenderán todos estos tejemanejes políticos y abusos tan característicos del XX… Gracias