Cita virtual sobre «Intemperie»

*Aviso: es preferible no leer la entrada si no se ha leído la novela.

Lo primero, disculpas, porque olvidé hacer la foto de grupo. Me pongo a tomar notas y a hablar y se me va el santo al cielo.

La última frase del libro, tan demoledora como lo es la novela en sí misma, será la imagen con la que cerramos nuestra tercera lectura:

Última frase de la novela

Hemos sido pocos (las fechas no ayudan), pero como viene siendo habitual, ha sido una charla amena e interesante; más para quienes hemos disfrutado la obra; menos para Lucía y para Valen a quienes no les ha gustado, nada de nada, más allá de la innegable calidad que todos reconocemos en la utilización del lenguaje y en las descripciones que nos transportan al paisaje angustioso donde se mueven los personajes.

A Lucía le ha parecido lenta y en ocasiones le ha resultado claustrofóbica. Esperaba un final más feliz… que no llegó.

Valen ha sido muy gráfico al contarnos que la novela le ha producido verdadero sufrimiento, que casi notaba físicamente la suciedad (le han entrado ganas de ducharse jajajaja), le ha olido mal y en general le ha producido tal desasosiego, que no ha podido disfrutar ni un poco. Destaca la brutalidad y le ha faltado, en su opinión, aclarar más los antecedentes del niño,  saber más cosas de él.

Lo único positivo que señala es la generosidad del cabrero, su capacidad de dar sin buscar beneficio y sin conocer al chico.

A Manu, le ha parecido dura, pero destaca el lirismo, la poesía que rezuman sus páginas, así como el punto de esperanza en el viaje hacia el norte.

Laura, en su segunda lectura de la obra, ha podido apreciar algunos detalles que en la inicial le pasaron por alto, como que el espacio de tiempo en que transcurre la narración es muy breve. Le ha gustado mucho, a pesar de la dureza, sobre todo por como está escrito, con poco detalle, de manera que hay que imaginar. Se crea un clima de desasosiego que se transmite, consigue decir lo que quiere.

A Yolanda le ha parecido fascinante. Todo bien construido: lirismo, descripciones minuciosas, vocabulario… Personajes descritos con breves pinceladas muy efectivas. La frase del alguacil cuando ve por primera vez al niño le pone la piel de gallina. Protagonistas y paisaje atemporal.

Le han recordado al western más sucio (Peckinpack) por esos espacios abiertos americanos… y le ha resultado casi gratificante la venganza/justicia final, que también le ha recordado a algunas pelis de Clint Eastwood.

Hemos hablado del viejo, de su poder como maestro, de lo mucho que enseña en apenas unos días. Manu ha relacionado esto con una observación que ha escuchado a un especialista sobre que habría que enseñar supervivencia a los niños, transmitir esos conocimientos y habilidades que les permitirían salir airosos en una situación en la que se tuvieran que buscar la vida, la comida, el agua, un refugio… Y Laura ha subrayado la importancia del momento en que el chico vuelve del pueblo y espera que el viejo le aplauda cómo ha actuado con el tullido y se encuentra con que le hace volver para arreglarlo.

Hemos hablado de ese momento como el del paso del niño a la madurez, cuando se plantea su primer dilema moral.

Laura ha resaltado también que al final el niño encuentra un camino, un oficio. Cuando escapa solo huye, pero acaba encontrando una especie de objetivo en la vida.

Manu ha planteado que las emociones, la maldad, los olores, los gustos, los personajes, el paisaje… son universales, pero nos surgía la duda de si el lenguaje también lo es a la hora de traducir la novela.

Laura también ha subrayado los colores que sugiere la obra, todo tierra, ocre, amarillo hasta los animales los imaginamos así.

Excepto, como apunta Yoli, cuando llega la noche. Eso nos ha llevado a hablar de la importancia del día y la noche en la historia, cuando se pone el sol, cuando amanece…

Yolanda señala los momentos de ternura entre el niño y el perro, de las pocas muestras de cariño explícitas en la obra.

Finalmente, hemos saboreado el significado de la palabra «intemperie» perfectamente elegida como título de la novela: «a cielo descubierto, sin techo, ni otro reparo alguno» según el DRAE.

Antes de despedirnos hemos comentado un poco nuestra próxima lectura: Tiempos recios de Mario Vargas Llosa, todo un Nobel para empezar el año, que esperemos, nos traiga más alegrías que este.

¡Felices Fiestas a todos!

Esta entrada ha sido publicada en Literatura española y etiquetada como . Guarda el enlace permanente.

2 respuestas a Cita virtual sobre «Intemperie»

  1. Fres dijo:

    Siento muchísimo que mi torpeza no me dejó conectarme ayer desde «la intemperie» . Quería apuntar una cosa sobre este comentario que habéis hecho ayer «nos surgía la duda de si el lenguaje también lo es a la hora de traducir la novela»
    Al parecer fue antes reconocida en el extranjero que en España así que no parece que el lenguaje utilizado haya sido un problema. Tiene mérito porque es difícil y seguro que todos hemos tenido que echar mano del diccionario más de una vez.
    A ver si Vargas Llosa me da tantas alegrías como me ha dado la relectura de esta obra estupenda. Feliz Navidad a todos!!!

  2. Valen Gomez Jauregui dijo:

    Muchas gracias de nuevo por el resumen del encuentro. Sólo una aclaración sin importancia: no es que no me haya gustado nada, es que me ha hecho sufrir durante la lectura. He pasado hambre, sed, frío y querencia de higiene.
    Y como principal aportación positiva, me quedo con que más allá de las destrezas que aprende del cabrero, que son esenciales si son de la supervivencia, el mayor aprendizaje que el chaval puede sacar del viejo es la generosidad, el dar gratuitamente, el ofrecerse sin pedir nada a cambio, el jugarse la vida por alguien a quien apenas conoces. Eso no es nada común, es extraordinario. Es una gran enseñanza.
    Y por fin llovió…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *