Temas y personajes de «La fórmula preferida del profesor»

«Matemáticas/Mathematics» fotografía de Hernán Piñera en Flickr (CC BY-SA 2.0)

Nuestra novela del mes trata de matemáticas, claro, pero lo verdaderamente novedoso es cómo se acerca a ellas y es que, incluso cuando profundiza en teoremas y fórmulas,  lo hace desde el entusiasmo, desde el amor sincero y la fascinación que el protagonista siente ante la belleza de los números y sus relaciones.

Y esa entrega completa del profesor a las matemáticas, su pasión, se contagia. Les ocurre tanto a su asistenta, como al hijo de esta y ese deslumbramiento llega hasta el lector, que hace con ellos los ejercicios y repasa mentalmente sus conocimientos sobre los números primos :).

Porque cuando el matemático habla de sus adorados números, lo hace con admiración, desde un conocimiento profundo, pero sin alardes, con claridad y con paciencia. 

Como decía Mª Teresa en su comentario, una no puede dejar de envidiar a los protagonistas que se cruzan con un maestro como el profesor en una disciplina que no le explicaron en condiciones nunca.

Y son esas matemáticas las que le permiten anclarse a la realidad al protagonista, las que le facilitan la comunicación, de forma que vertebran completamente su día a día, su contacto con otras personas. Son su lenguaje, el salvavidas que impide que se aísle del todo.

Porque el profesor tiene la memoria muy tocada, lo cual nos lleva a hablar de otros temas de la novela como la enfermedad y la vejez.

La delicadeza y respeto con que los japoneses tratan a sus mayores, tiene mucho que ver con su cultura (de nuevo, la envidio). La asistenta cuida al anciano desde el primer momento con cariño, tratando de no importunarle en su trabajo, de no hacerle darse cuenta de sus agujeros en los recuerdos, con la única intención de mejorar su vida, mucho más allá del sueldo. El abordaje del grave problema mental del profesor es asumido como algo llevadero por la mujer, que aprende a vivir con ello, siempre pensando en el bien del maestro.

La soledad en la que ambos viven, termina por unirlos a pesar de las diferencias sociales y la precariedad laboral que sufre la mujer de la limpieza, temáticas que se van abriendo en paralelo al desarrollo de la amistad que nace en el hogar que se crea en el interior de la casita del profesor y que acaba por superar los prejuicios de la cuñada de este.

El béisbol es otro de los hilos argumentales de la historia: sus referencias matemáticas, los lanzamientos, las eliminaciones, los partidos y los jugadores, repasan la historia de este deporte en Japón, uno de los más populares del país.

Es curioso que ninguno de los protagonistas tenga un nombre asignado. Son la asistenta, el niño y el profesor. 

Ella es el alma de la historia, una mujer que no ha tenido una vida fácil, que ha criado como madre soltera al niño, trabajadora y honesta. Desde el primer momento se preocupa por el profesor, le cuida y le ayuda, sobre todo cuando este muestra su interés por el niño. Ella disfruta con lo que aprende de él, le admira y le motiva a seguir trabajando y se muestra encantada con la relación que establece con su hijo. Es ella quien construye la amistad en forma de triángulo que se va forjando.

El niño se va introduciendo en las matemáticas sin apenas notarlo a partir de los ejercicios que le propone el profesor, sin presión y siempre animándolo. Llega a consolidarse entre ellos una complicidad enriquecida al compartir su afición por el béisbol y los mismos colores de un equipo. Está muy bien descrito cómo el niño va aprendiendo a esquivar aquellos temas espinosos que el profesor no puede abordar con su memoria defectuosa. También le protege a su manera.

El profesor es un genio adorable que inspira ternura. Enamorado de su profesión, debió ser una eminencia en su juventud, pero siempre se muestra humilde ante sus logros. Es un hombre educado, pendiente siempre del niño. Sobrelleva su estado mental de ausencias temporales con la misma serenidad con que se enfrenta a un problema matemático, aunque cuando es consciente de esos vacíos, a veces se deja llevar por la tristeza. La imagen de su chaqueta plagada de papelitos recordatorios es demoledora.

Su cuñada, la viuda de su hermano, parece haber tenido una relación muy estrecha con él en el pasado y le intenta proteger, aunque en la distancia. Al principio desconfía de la asistenta y su hijo, pero acaba dándose cuenta de que realmente hay un vínculo de cariño sincero entre ellos.

Hasta aquí esta entrada, que podéis completar o comentar cuando queráis.

La semana que viene nos vemos y terminamos de analizar la obra ¿vale?

¡Hasta entonces!

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