Resumen de la cita virtual de marzo sobre «La fórmula preferida del profesor»

Cita virtual marzo

Fabiola y Felipe no han podido asistir, pero nos han hecho llegar su opinión sobre la obra.

A Fabiola le ha encantado, sobre todo el cariño y el cuidado con que escribe la autora.

A Felipe le parece una historia tierna, con demasiado buenismo, que gustará a los que sepan de matemáticas (por lo que suponen de divulgación de estas) y a los que no, porque se aprenden conceptos entretenidos. Es una lectura amena y agradable que él puntúa en un 6 o un 7, sin llegar a ser un libro memorable.

Conchi (que nos lo recomendó en su momento) lo ha releído y le ha vuelto a gustar. Es fácil de leer, entretenido. A ella, que es maestra, el profesor es un personaje que le encanta, sobre todo en la relación con el niño. Hay una calidez humana muy interesante que no está en otras novelas. La forma de vida de los japoneses es extraña: a veces para lo emocional son fríos, pero muy profundos en otros ámbitos. Le gusta el enfoque diferente en las relaciones y el respeto a la gente mayor, frente a lo que tenemos aquí.

También hay una mezcla de presente pasado y futuro, con el béisbol por ejemplo. Es una cultura que a ella le atrapa. Le parece una novela amable, no la mejor de lo que ha leído de novela asiática, pero sí una buena obra.

Laura cree que se trata de un libro amable, que se lee muy bien. Le gusta cómo se refleja la cultura del respeto: cada cual está en lo suyo y los demás no interfieren. En el acercamiento a las personas a través de los números, su pasión por ellos y cómo se relaciona por las matemáticas, se le ve la vena docente. Intenta atrapar a los demás con lo curioso para llegar a las matemáticas. A los no profanos nos gusta descubrir estas cosas, las curiosidades de las matemáticas. También le han gustado el ritmo y la suavidad de lo japonés.

A M” Jose no le gustan ni el béisbol ni las matemáticas, así que, hay partes en las que se ha aburrido y le han cansado, pero sí le han parecido divertidos los juegos con los números. Se lee bien, es una agradable lectura. A ella le gusta mucho el final, es muy emocionante, Quizás peque de buenismo, pero los papelitos del señor en la chaqueta le parecen entrañables. Le ha gustado en general, se lo ha pasado bien. le llama la atención la sociedad japonesa por la belleza que aprecian en lo intrascendente y que los occidentales pasamos por alto. Los jardines japoneses le impactan por la simplicidad, la sencillez y la hermosura que tienen.

Ha leído el libro la primera vez deprisa y luego ha vuelto a algunas partes. Lo de matemáticass lo ha hecho a vuela pluma, sin implicarse. Lo que más le gusta del béisbol es la colección de cromos, que la recuerda a la infancia y también la parte del niño y su relación con el profesor, que emociona.

Manu, que procede de las matemáticas, no había visto una novela en la que las «letras» las abordaran con ese lenguaje. Le parece la muestra de que cualquier tema se puede entender, en función de cómo se enseña. Le ha gustado mucho porque tiene mérito como el profesor consigue interesar a la asistenta, que es profana y al chaval. Todo con un lenguaje muy oriental de respeto, de pensar en los demás. Cómo de un símbolo saca un nombre y belleza. él cree que hay relación con los signos de escritura en japonés y los signos en general. Le ha encantado como se llega a ver la belleza en la forma del numero Pi. en el teorema de Fermat o en los números primos. Agradece a Conchi que nos lo recomendara.

A Valen le ha gustado. Es ameno, fácil de leer, entrañable, sin demasiadas pretensiones. Aunque deja muchos hilos al lector para que investigue. A él le ha pasado con el teorema de Fermat: ha buscado información sobre los japoneses que también aportaron al respecto, se ha documentado y no ha encontrado nada que los pueda relacionar con el protagonista. Él tiene bagaje en matemáticas. Al principio el aprendizaje es doloroso, pero luego resulta apasionante. También le resulta interesante el tema de la memoria, las amnesias temporales, etc. Recuerda Memento, la película en la que se utiliza la piel, los tatuajes para recordar. La novela también ha hecho que se interese por las reglas del béisbol y le parece muy bonito cómo juega con los símbolos. Por ejemplo, cuando dice que la raíz cuadrada es capaz de acoger a cualquier número.

A Fres le ha encantado. Ella ha sufrido con las mates, pero cuando se las han explicado, han supuesto un descubrimiento. Ella cree que no hay nada más bonito y siente haber sido tan torpe, porque piensa que las mates ayudan, son muy importantes para muchas cosas. Cuando las ha entendido, las ha disfrutado mucho. La parte de la novela en la que se tratan los números primos, los perfectos, los infinitos… ¡Hasta se ha puesto a sumar los dígitos de los IDs de Scopus! 🙂

Comenta que en la literatura oriental, te deslizas por las páginas, con suavidad, es muy diferente a la occidental., Te pueden contar las cosas más violentas, de forma suave. Como Taniguchi. Le parece que la obra enfoca las relaciones de una forma muy original y que es difícil, como idea, partir de las matemáticas para explicar esas relaciones entre personas con problemas.

Además se cuenta otra historia por detrás: las condiciones de vida de determinada gente, las circunstancias deplorables de trabajo, el desprecio, el poco respeto que reciben las asistentas, el machismo… Lo más violento de la novela está ahí. Y también hay una historia de amor entre la cuñada que le cuida (desde la frialdad y el qué dirán) y el profesor.

Según ella, la novela tiene muchas esquinas, más de las que parece en una primera lectura.

A Mª Jose la historia de la cuñada le sorprende. Es una mujer fría, rígida, controladora, echa a la asistencia de mala manera por una sospecha infundada, pero de pronto aparece la foto y desconcierta: queda una segunda novela colgando. ¿Fue antes o después de casarse con el hermano?

A todos nos gusta que quede sin explicarse la cosa.

Para Manu el hilo conductor de la obra es la enseñanza de los números y la relación intergeneracional que establece esa formación. A la asistenta le gustan y el niño se convierte en un profesor años más tarde. El maestro deja en todos los personajes la semilla de las matemáticas.

La asistenta también se deja hipnotizar por las matemáticas. (Conchi) Parece poco diestra o hábil, pero su mayor mérito es que tiene capacidad de comunicarse con el profesor, ve el valor en él  y se acerca. No todo el mundo sabe hacer eso, sobre todo cuando el que tenemos enfrente tiene algún problema. Le gusta el valor del saber por el saber, esa gente que disfruta sabiendo sin más y el profesor es así. Ella, que es profesora de 5º de primaria, nos cuenta que en clase juegan con la fechas: se detectan capicúas, se hacen suman, se cambian dígitos, se hacen analogías con los números… Ella ahora explica matemáticas, pero de otra forma, Aunque es más de ciencias humanas y de creación, no tiene mente matemática, estas le han ayudado a entender cosas. Le dan tranquilidad, le gusta enseñar matemáticss porque las disfruta de otra manera y esa pasión que el profesor transmite, le gusta.

A Celia también le ha encantado. Hay pasión, sencillez, en el hilo conductor, que es la ternura. Es muy que bonito que entre los tres formen una familia no elegida. Es fácil de leer y cuenta con emoción las matemáticas. Contagia su entusiasmo. A pesar de que el profesor puede ser huraño, ellos consiguen dar con la tecla de cómo tratarle. Todos tenemos nuestras rarezas, pero hay personas que saben comprenderse y tratarse y sacan lo mejor del otro.

Muchas veces la asistente dice «no te preocupes, no pasa nada» (Manu). Eso lo necesitamos todos, es una manera de acercarse y saber escuchar al otro. El béisbol es una manera de acercar al niño a una materia dura. Hace más fácil que el niño llegue a las matemáticas.

Las personas que tienen problemas de memoria tiran de lo que les queda y lo explotan al máximo para no desconectarse de la realidad (Fres). Son personajes que se salvan la vida. Él da sentido a la vida de esta mujer. Hace que adquiera poder, tenga ganas de aprender, hace que crezca, le abre el mundo y ella a cambio, le da compañía. Ella está muy dispuesta, sin prejuicios acepta lo que tiene y lo intenta mejorar, recibiendo muchas cosas: él le abre un millón de puertas.

Laura cree también que el béisbol es la manera de atrapar al niño y que la autora sólo cuenta lo bueno: tiene que ser muy duro todos los días que el profesor no la reconozca. El niño también lo acepta y le compensa. El profesor no solo ha perdido la memoria, es un personaje inocente, sin malicia. Demuestra un amor incondicional por el niño, aunque lo conoce de nuevo todos los días. Es muy tierno. La historia platónica inacabada con la cuñada le parece bonita, sobre todo cuando le ingresan y ella dice que va a ser a la única que va a conocer siempre.

A Fres le parece cruel como echan a la asistenta la primera vez. La desconfianza de la empresa y de la cuñada. Mª José ve algo de celos por parte de esta.

La relación de la cuñada con el profesor es rara, lo tiene como un perrillo, apartado, casi en el cuarto de las herramientas del jardín. pero cuida de él en la distancia (Fres). Le recuerda a la película Cuentos de Tokio de Ozu en que los padres se trasladan a vivir a la ciudad con el hijo y los ancianos se quedan apartados, arrinconados.

Las relaciones familiares son distantes en Japón. Los viejos se cuidan solos. dice Fres. Hay mucha gente mayor trabajando quizás porque hay poca cobertura social. Cada uno se busca la vida.

La relación es extraña. La cuñada se ocupa de él pero de manera despegada. Mª José se la imagina controlando, vigilando detrás de la cortina. Controla en la distancia.

El profesor les da las pistas matemáticas y ellos deducen (Laura). Ellos usan la cuenta de la vieja y él al final les da la formula.  A mi me gusta que lo hagan ellos, que les deje pensar.

Me hubiera encantado tener un profesor como este. Laura dice que cada cual tiene su ritmo y los profesores deben cumplir un programa de una asignatura ardua. Todos tenemos ritmos distintos, los profesores no pueden dedicarse mucho a cada uno y tienen esa visión de que busques la solución por otro camino.

La mayoría de las veces el lenguaje matemático te aleja de las matemáticas (Conchi) Encontrarte con alguien que te lo explica bien, es importante. Los ritmos personales son distintos. Hay niños que no pueden aprender la tabla de multiplicar. Antes era una obligación una asignatura fundamental.

Manu opina que ahora está también más en boga con los algoritmos, la inteligencia artificial, que se basa en las matemáticas. El mundo actual necesita mentes de este tipo, mentes matemáticas.

En este momento se trabajan las matemáticas con más variedad que antes (Conchi)

Manu dice que la asistenta parece que está encargada de una misión, cuando aborda las matemáticas, lo que demuestra que cualquier materia por dura que sea, se pueden explicar . Se plasma muy bien cómo compartir, lo que uno necesita y lo que recibe.

Recordamos cómo ella mete zanahorias en la comida de él, cómo le cuida.

El sabe mucho de todo (Fres) historia, filosofía… Hay mucha relación entre las matemáticas, la filosofía, la música. A Fres le dan alegría, le ayudan a entender, le abren la mente y cuanto más mayor eres más lo ves. Son importantísimas, sirven para todo (y muy satisfactorias cuando se resuelven, digo yo).

Celia comenta que la asistenta tiene a su hijo muchas horas solo hasta que el profe le dice que le integre y ella puede vivir un poco más a su hijo. Eso le parece bonito.

La relación entre el profe y el niño es muy especial: el niño se hace cómplice del profe. Se crea un vínculo entre los dos. El niño es muy empático. La madre no se da cuenta de algunas cosas que él sí percibe (Conchi).

Recordamos nuestros intercambios de cromos.

Valen nos cuenta que con el dibujo y las matemáticas pasa lo mismo: de pronto salta el click y tienes capacidad de visualizar algo. Ocurre con la visión espacial: lo ves cuando lo pillas y entonces quieres investigar más. Hace falta un profesor que sepa explicar y tenga pasión. Para el dibujo técnico no hace falta ser bueno en matemáticas, nos dice.

Ahora se hace todo por ordenador, aunque tienes que ver las cosas. Te facilita la labor, aunque hace falta saber qué quieres hacer.

Charlamos sobre dibujo un rato. Valen lo define como un lenguaje abstracto (igual que las matemáticas), que te permite comunicarte.

Conchi ahora da clases de matemáticas, pero son más bonitas, más completas. incluyen gráficos, lógica… Ahora se enseñan destrezas distintas, necesarias, que complementan al conocimiento. Los niños hacen presentaciones, crean, construyen defienden ideas…

Laura reflexiona sobre el partido al que llevan al profesor. Tiene mucha simbología: van, hacen un esfuerzo inmenso y luego no se va a acordar y encima el profesor se fija en la camarera guapa jajaja. Conchi recuerda la brasa que da el profesor con las matemáticas al compañero de asiento.

Las matemáticas son su lenguaje y es difícil convivir con esto, dice Fres: ahí está el mérito de ella. No es fácil encontrar el punto, tienes que tener paciencia. Todos los días se debe reinventar (Laura) y ella a pesar de ello tiene admiración por él. Ella entiende que el mundo en que él vive es ese y le admira y le tiene por un genio; él explota a tope sus ochenta minutos de memoria.

A Fres le parece muy inteligente cómo se aborda la novela, cree que la escritora tiene una habilidad grande y que es muy original.

A Celia le parece muy tierno el profesor.

Manu aprecia los conocimientos matemáticos de la escritora. Fres comenta que la autora también ha escrito una obra sobre el embarazo de su hermana y nos habla de otra novela japonesa: El cielo es azul, la tierra blanca, en que también salen los equipos de béisbol y hay una relación entre una chica y un antiguo profesor de instituto a partir de un encuentro en un bar de comida rápida y le ha recordado un poco a esta obra.

Salen a relucir otros títulos de Ogawa, como La niña que iba en hipopótamo a la escuela o La policía de la memoria, que tiene muy buena crítica y a Conchi y Mª José les ha gustado mucho.

Por último hablamos de la edición de Funambulista, que a Fres le ha gustado especialmente y de la película, que no hemos conseguido ver. A Laura le parece una historia muy cinematográfica.

Comentamos próximas lecturas y nos emplazamos para la próxima, la semana que viene 😉

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