Resumen-transcripción de nuestra cita virtual sobre «Los reyes de la casa»

Tal y como estaba previsto, el libro dio de sí :).

Empezamos con Felipe, que se reincorpora después de algunos meses ausente.

Le parece que De Vigan, quería hablar de una serie de cosas y ha creado una novela para hacerlo de forma muy directa, con poca sutileza: esta es la idea y te la cuento tal cual, te la doy depurada, todo muy mascado.

No sabía muy bien cómo iba a resolver el tema del secuestro. Tenía interés en saber qué pasaba y no es hasta la mitad de la novela cuando aparece la antigua vecina para resolver el misterio.

Le ha gustado cómo se desarrolla y también le ha llamado la atención el salto al futuro. Había curiosidad por saber si la escritora (como en otros casos) estaba tan al día en tecnología como para imaginarse el mundo dentro de 10 años.

Bien en general para él.

A Laura le ha parecido una obra muy entretenida, se lee muy bien y la autora sabe gestionar la intriga. Te lleva a querer seguir leyendo, a ver qué pasa a continuación. Angustia un poco porque ves que es una cosa que puede pasar. Aunque ella no sigue YouTube por falta de tiempo, sí que entiende ese afán por los likes, por estar siempre en el candelero como motivación de vida, como le pasa a Mélanie. Le ha gustado mucho además porque son temas muy actuales y aunque parece que habla de una cosa muy superficial, nos hace reflexionar, plantearnos preguntas. Ella destaca al personaje de Clara, la policía, como contrapunto. Es una persona muy racional, que no entiende el mundo de la otra protagonista.

A Conchi también le ha gustado, aunque la ha leído a salto de mata, los últimos días de forma intensiva para llegar. Estaba enganchada también porque además está viviendo cosas que le han hecho pensar mucho en todo esto, sobre todo relacionado con los niños. Ve cosas que no le gustan nada y esta novela le ha hecho sentir que lo que piensa no es tan disparatado, a pesar de que a mucha gente no le parece normal que piense eso. No irá tan desacertada en su preocupación ante el problema.

También destaca el tema de la soledad, constante en la novela. Ella cree que la gente está muy sola y no solo es un asunto tecnológico, es también social y eso le ha gustado especialmente.

El cacharrito no es lo importante, lo importante es lo que la gente está sustituyendo por eso. De las dos protagonistas una no consume tecnología y está igual de sola que la que consume tecnología.

A Yoli le ha gustado, le ha entretenido mucho, porque es un libro que se sitúa entre un thriller y una especie de ensayo, entre el suspense y la reflexión del entorno en un futuro posible. Como dice Felipe, ella quería hablar de aspectos sociológicos, de lo que está sucediendo en la actualidad. También destaca la soledad, que ha visto como Conchi, independientemente de las tecnologías que amplifican el problema.

Ella comenta el narcicismo, la individualidad, el fraccionamiento social, que hay detrás de esta necesidad de crear identidades a base de cosas que no son la comunidad.

Le ha hecho reflexionar mucho también y recordado a diversas series de mundos distópicos poco positivos.

A Valen le ha gustado mucho. Para él es fácil, porque va con ella, dice. Fluye con ella, con esa visión que da de los problemas que supone ese exhibicionismo continuo, la falta de libertad.

Lo que perdemos es toda nuestra privacidad y al final, eso conlleva a una falta de libertad. Esa reflexión ya merece la pena y eso unido al hecho de que es ligera, amena, que se lee fácil, habla de cosas que vemos en el día a día y ya son cosas familiares, cercanas, hace que te sientas representado. Él ve en su entorno, en todos los ámbitos, en todas las redes sociales, la necesidad de estar mostrando lo que estás haciendo en todo momento.

Se ve en el deporte, en lo social, en los viajes, en todo. Tienes que mostrar lo que haces, enseñar lo que haces, pero cuando metes a tus hijos, a tu familia, no lo controlas. La autora lo representa muy bien y lo ejemplifica muy bien: al final lo que tienes es unos niños que dejan de ser felices, generas personas con un montón de traumas y de problemas como el síndrome de Truman (que también es un peliculón).

En el salto temporal a 2031, cree probable que lo de la mariposa sea cierto, sea realista, posible y que en general la autora transmite el mensaje, aunque esté muy masticado como dice Felipe, da poco lugar a debate, porque no hay nadie que defienda lo otro.

Habla de la soledad, de los problemas, de la amistad. La policía es mucho más fría, más calculadora, más introvertida. En general le ha gustado mucho.

Manu está de acuerdo con muchas de las cosas que se han dicho. Le ha gustado porque toca un tema muy actual.

La autora habla con espíritu crítico de la evolución de la educación de los niños, de los menores de edad, hacia dónde vamos. Estos no tienen la culpa. Son sus padres los responsables. En este caso, la madre, que convierte a los hijos en los reyes de la casa, pero hasta el punto de hacer depender de ellos toda la economía de la familia, una manera de explotación laboral de los chavales. Toca temas como el de la satisfacción del deseo inmediato: los influencers menores de edad lo que quieren es abrir el paquete ya, comer lo que sea ya. Todo muy fácil, muy alegre y en este sentido la autora hace contrastar el mundo feliz, idealizado y virtual con el mundo real de la otra protagonista, Clara.

Le ha parecido muy atrevido por parte de la autora imaginar un futuro 10 años más allá. No es precisamente muy optimista. Los personajes acaban regular: Mlanie, con una separación, un fracaso total de su vida privada, dejando muy tocados a sus hijos. Frente al mundo virtual muy happy, de hadas.

Habría que estar al menos un poco prevenidos y elaborar una regulación, porque si no se nos puede escapar de las manos la inteligencia artificial, donde tampoco sabemos muy bien hasta dónde podemos llegar.

Valen se pregunta si hay casos reales de familias que ganen tanto dinero. Le decimos que sí, hablamos también de la Ley francesa.

Felipe nos cuenta que hay un canal español con 8 millones de seguidores (que nos ha dejado en el chat).

Conchi dice que casos reales, hay. Le preocupa que todo parte de un desequilibrio de los adultos. Qué padre no ha querido que sus hijos sean estrellas… Socialmente no se penaliza, mucha gente aplaude la manipulación, la explotación de los niños.

No solo eso: además se produce un efecto contagio. Los niños, los jóvenes quieren ser youtubers.

Se entrecruzan la vanidad, el dinero y el reconocimiento social (Conchi).

Felipe dice que esta década lo que se llevan los youtubers; la anterior, los futbolistas. Esto es lo que da fama ahora.

Pero detrás hay un trabajo grande, aunque no tiene gracia que el curro se vea. La imagen que dan las redes es la de que todo es muy sencillo.

Laura se siente identificada con Clara, se adentra en un mundo desconocido. Ella no está en ese mundo, su hija mayor es la privacidad absoluta, pero hay un índice muy alto de la población que vive en el mundo virtual.

Manu opina que la imagen atrae más que la palabra. Hay una gran separación entre los niños menores y los adultos que no hemos nacido en ese mundo de la imagen. Si los padres los educamos para que la brecha se agrande, la situación puede ser incontrolable.

A Clara le produce un rechazo lo virtual, sin embargo, no son las tecnologías el problema, sino como los usamos (Manu).

Interesa un equilibrio entre el mundo virtual y el real. Hace falta esfuerzo y si no se lo enseñamos en la infancia, al final se paga.

Yoli habla de uno de los contrastes que más le han llamado la atención: los padres de Clara son gente muy activa socialmente: participan en manifestaciones, agrupaciones, asociaciones, movilizaciones para cambiar y hacer un mundo mejor, frente a la realidad super consumista en la que vivimos. Ahora se busca éxito y dinero.

Con los padres de Clara es el único sitio de la novela donde se describen grupos de gente. ¿Qué ha pasado para que ahora contemos nuestra vida a través de una pantalla, para que haya gente que consume la vida ajena?. Se produce ese fraccionamiento en contraste con la vida de los 70 en la que se juntaba la gente de manera física.

Mélanie tiene un problema de aceptación, pero los que miramos la pantalla también vivimos en ese engaño, somos un poco cómplices.

A Clara le repele, pero también le engancha el mundo virtual, que está pensado para generar adicción. Es fuerte que alguien exista porque lo necesitamos.

Nos estamos haciendo más individualistas, no son solo las redes, siempre ha habido explotación infantil, personas rotas. Las redes han acelerado procesos y han democratizado esto. El problema no es la tecnología, pero se nos ha ido de las manos.

Laura dice que parece que todo lo interesante está solo en las redes y perdemos contacto con gente de alrededor.

Las dos protagonistas femeninas están marcadas por su ambiente, pero ambas han elegido caminos que no tienen nada que ver con lo que han visto en casa. Los niños de la novela no pueden elegir.

Las empresas que producen juegos (Felipe) los personalizan, se hacen perfiles y estudian cuanta publicidad tienen que meter y cómo tener a los usuarios más tiempo enganchados. El juego es diferente para cada persona, no se comporta igual. Se trata de enganchar y de que se gaste dinero.

Yoli dice que perdemos la diversidad por estos perfiles, siempre encaminados a la publicidad. El pensamiento está polarizado y a veces manejamos solo nuestros gustos, nuestras tendencias etc.

Manu dice que lo importante es la responsabilidad de los adultos, de los padres, tenemos que aplicar nuestra capacidad crítica. No podemos poner en manos de los niños un móvil cuando son pequeños. Hay que valorar cuándo dar a un niño un móvil. Si no hay control por parte de los padres, se nos va de las manos.

A Conchi le sorprende y le gusta el jefe de Clara, que es consciente del consumo de sus hijos de la tecnología. Por parte de los padres hay un gran desconocimiento. Muchos niños no ven ya Youtube, hay plataformas de juegos en las que se introducen adultos y ellos ni lo saben. Son gratis, con publicidad, donde se comparten materiales. No conocemos ese mundo y va muy rápido.

Nos recomienda un artículo de Adela Cortina en El País semanal sobre la ética y la banalidad de la información. Conchi dice que se pone al mismo nivel una guerra que una bobada. Los más pequeños no saben discernir, no distinguen lo duro, lo importante, de lo superficial. Esto también pasa en las noticias, en el telediario.

En la prensa escriben becarios copiando y pegando (Conchi) y los titulares son llamativos. Es todo muy rápido y muy frívolo (Yoli).

Hablamos de identidad digital: los niños en el colegio son objeto de burla. Laura dice que la autora refleja bien el conflicto de los niños: su madre intenta convencerlos de que la vida que tienen es divertida. A ellos no les apetece, sobre todo a Kimmy. No hay que olvidar que lo que haces en las redes hoy, se queda para siempre.

Los niños cuando vuelven del cole no vuelven a un lugar seguro, su casa no es normal. Eso es terrorífico (Yoli).

Hablamos de Mélanie, cuyas acciones en algún momento se podrían justificar, pero hay dos detalles en que se destapa su maldad: que no pueda mirar a los ojos a su examiga en el juicio y que pida que le devuelva el dinero la ONG (Laura).

El padre es un personaje que se deja llevar y es tan cómplice como ella.

Laura cree que los personajes son buenos: por ejemplo, la amiga que secuestra, la única que entiende que esa educación no es buena, que su “amiga” se aleje por la discapacidad de su hijo…

Hablamos de los “realities”, que la autora toma datos de verdad. La telerealidad ha impregnado nuestros ámbitos más serios (dice Yoli) Lo que atrae a todos es ver una vida aparentemente normal, aunque nada es verdad. La selección de Master Chef o de cualquier otro programa de telerealidad se hace a base de una elección de tipos/tópicos concretos.

Yoli cree que todo empieza con la telerealidad y después hay un continuo a las redes. Pasa de la televisión a poder hacerlo cualquiera.

Comentamos cómo funcionan los “influencers” como les financian y la pasta que ganan, cómo la gente pone en su avatar la foto de un niño. Se han difuminado los límites de lo público y lo privado.

Manu pregunta por el desenlace del secuestro. A Laura le ha gustado mucho que lo haya lanzado al futuro, a las consecuencias del desenlace. Ella pensaba que no iba a ser un final escabroso. Le ha parecido inteligente. A Manu, original, le ha sorprendido que fuese así y a partir de ese momento, le quita importancia al secuestro y cambia la novela llevándonos al futuro.

El secuestro es un Mcguffin, un engaño para avanzar en la trama (Yoli) Ella pensaba que la niña había pedido que la secuestraran. Es una especie de venganza, te has vuelto tan superficial, hago algo bueno por la niña, pero también te fastidio a ti (Laura)

No son estimados por su ambiente porque no viven en la realidad (Yoli y Laura).

Los niños son monísimos, perfectos (Yoli). Ella vive en su mundo fantasioso y los niños se hartan.

El niño es el personaje mas raro (Laura) es el personaje más trastornado. Su hermana escapa y él sigue. No es normal.

Es bonita la historia de los dos hermanos, es el único apoyo que tienen (Laura y Yoli). Las dos posiciones son los dos caminos posibles o te alías y te favorece o reaccionas (Conchi).

Yo pienso que son dos tipos de personalidades: ella es rebelde y él es sumiso, cuidador, no quiere la confrontación, solo estalla cuando se le va de las manos a Mélanie.

Se pierde más él cuando no está Kimmy, que al revés (Conchi).

La aparición de la mariposa está muy bien, te das cuenta de que Sammy tiene razón. Recuerda a series como Black mirror o Years and Years.

Comentamos qué pasara en el futuro. Felipe dice que nos vamos a adaptar.

Yoli cree que la tecnología va deprisa y los comportamientos humanos no cambian tan rápido.

Manu está de acuerdo: va mucho más rápido que la evolución que tenemos nosotros a nivel de razón y emocional.

El uso que le demos de esa tecnología, es lo más importante.

Hablamos del futuro, de cómo podrán manipularnos.

Laura comenta que nos hemos hecho más individualistas, la pandemia ha ayudado. Yoli dice que esto se da en un ámbito blanco, culto, occidental y en este mismo ambiente no parece mal.

Llenamos el ocio con entretenimiento banal (Yoli), no profundizamos en las cosas, todo es rápido (Laura).

A los jóvenes les cuesta pensar, argumentar, reflexionar. Cuando se les complica la cosa, desconectan (Conchi)

En las redes habrá cambios, pero no habrá marcha atrás (Manu) Estamos en una revolución tecnológica y hay que mirarlo hacia adelante. Debemos ser lo suficientemente inteligentes para adaptarnos y quedarnos con lo bueno, evitando lo malo.

Felipe nos habla de una amiga que comenta libros y las editoriales le regalan ejemplares.

La marca contacta contigo y tú le pones fuerza de producción, en función de seguidores. Te están monitorizando. La gente está dispuesta a pagar para que sigan emitiendo. Se hacen donaciones (Twich).

La coincidencia de soledades es un acierto en la novela. Siendo completamente opuestas, las protagonistas están solísimas. Clara es introvertida y vive aislada y le marca la pérdida de sus padres. Tiene la tentación de suicidarse.

A Yoli le gusta cuando vuelve con su jefe. La relación es bonita, el personaje más cercano hasta que conoce al portero con el que juega al póker. Los chicos cuestionan ese póker de solo dos. Es el nombre para otra cosa, juegan al coqueteo sin definir.

A nosotras nos gusta esa relación, es una apertura a la fantasía.

Hablamos de esta autora que tiene una obra que llevó al cine Polanski Basada en hechos reales (Yoli). Queremos leer algo más de esta mujer, porque te hace poner los pies en la tierra. A mí me ha hecho reflexionar, hacer autocrítica, porque todos participamos un poco.

Comentamos la obra siguiente y el próximo autor y nos emplazamos para la siguiente lectura después de haber pasado un par de horas en animada charla.

Espero no haberme dejado nada jajajaja. ¡Menudo testamento!

 

 

 

 

 

 

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