Resumen-transcripción de la cita virtual sobre «Una historia ridícula»

Cita virtual del club (febrero)

Valen opina que es un libro peculiar al que le ha costado coger cariño, aunque le ha gustado en algunos sentidos: el lenguaje es variado, culto, y resulta una sencilla lectura, fácil, pero se le ha hecho duro escuchar el monólogo continuo de Marcial, que divaga dando saltos argumentales. No hay un hilo conductor, salvo en la parte final en casa de Pepita.

Marcial le parece insoportable, un enfermo maniático y le pone nervioso. Cree que hay gente como esta, que existen personas así y ha analizado qué gente conoce con estas características.

Piensa que el personaje se come la cabeza desde una perspectiva bastante femenina, dando muchas vueltas a las cosas, haciendo mil interpretaciones.

Le ha parecido ameno, a pesar de que no es el libro más interesante que haya leído.

A Conchi le ha gustado poco. Se rebotaba… lo dejaba… No ha conectado con el protagonista, no lo entiende: lleva fatal a toda la humanidad, está en contra de todo el mundo. No le ha motivado. No está mal escrito, se trata de un autor con mucho oficio y el final le ha hecho gracia, estaba viendo venir lo grotesco. Le resulta curioso en algunos aspectos, pero no ha empatizado con esta persona rara y le extraña este libro en Landero.

Lo ha leído por estar con nosotros, por disciplina.

A Yolanda le ha gustado, lo ha pasado bien. Ha llegado a entender al personaje y recordado a la frase de Sartre “el infierno son los otros” Es un inmaduro total, un narcisista, pero luego se le va todo de las manos. Es una persona reactiva, tiene miedo de enfrentarse al otro, se enamora de algo imposible, se vuelve tarumba por ella. Es una obra tragicómica y ha llegado a sentir ternura por Marcial, cuyas reflexiones sobre el amor/odio, no están nada mal.

A Fabiola también le ha gustado: sus pensamientos repetitivos que va justificando. Ella trabaja con niños de altas capacidades que también le dan muchas vueltas a las cosas. Le parece peculiar, pero común. Le gusta también esa cercanía amor/odio, los amores con las otras mujeres, la cucaracha… Ha vivido situaciones que hacen que no encaje en la sociedad. Lo ha leído con facilidad.

En mi opinión, los episodios divertidos, salvan el libro.

A Manu también le ha gustado. Es un personaje curioso, el título ya te pone en antecedentes. Los principios filosóficos autodidactas, en algunos casos son reales, sobre todo en lo que tiene que ver con las relaciones sociales o la estrategia de seducción de Pepita, que se narran con mucha ironía y humor. Es una comedia, aunque en la traca final se convierta en tragedia.

No conocía a Landero y la ha disfrutado, porque cree que es mejor alternar en el club dramas y comedias.

Laura piensa que está muy inteligentemente escrito. Empieza que parece un pestiño, con un lenguaje que parece que se está exculpando todo el rato, hasta que empiezas a reírte. Es muy irónico. Cuenta por qué ha llegado a esa situación a partir de sus experiencias de vida, de forma terapéutica dirigiéndose a un supuesto doctor.

Repasa con ironía cómo nos comportamos en diferentes situaciones.

Cuando va a la reunión vestido de comicquero cuarentón, le ha gustado mucho, es muy divertido (sobre todo el final).

Celia también se ha partido de risa. Le resulta muy transgresora la mezcla de amor y odio. Tiene un punto trágico. Le gusta la forma en que lo dice todo convencido, exponiendo las razones. Al principio parece muy creído de si mismo, pero cuando llega Pepita, no hace más qua rumiar, el amor no le deja vivir. Hay momentos en que piensas que es un pobre hombre.

El final es muy bueno dice Laura. Estamos de acuerdo, para mi de lo mejor y cómo hace coincidir lo que realmente pasa con su percepción sobrenatural de la situación.

A Valen le descuadra un poco lo del nombre de Pepita que cambia Marijó o Marisó. Qué sentido tiene, se pregunta. Laura dice que él se siente engañado en todos los aspectos, incluso en lo del nombre. Y a ella fuera de su círculo, le da igual como la llamen.

Manu dice que Marcial es tocapelotas y sabelotodo y le gusta la diversidad de personajes. Le recuerda a las películas de Woody Allen.

Celia opina que un poco rígido de pensamiento. Es casi un asperger, dice Laura. Se forma una idea de las cosas y de las personas y de ahí no sale.

Yoli dice que construye la realidad a su medida y no tenemos punto de referencia fuera de sus propios pensamientos hasta el final, donde se nos da otra visión. Su realidad está distorsionada, pero todos la adaptamos también. Se aferra a los únicos anclajes que tiene, duda, se dirige al lector. Parte de su inseguridad hacia los demás, que son el infierno. Es un producto de si mismo y la no interrelación con los demás. Él responde a su propia lógica, a su propia percepción. El final es ridículo: la perorata como de un trovador y lo que sucede es una historia sin pies ni cabeza.

Manu pregunta sobre la edad del personaje. Yo digo que es un viejoven. Laura que un cuarentón que vive muy marcado por sus circunstancias. Se ha construido esa filosofía y está utilizando ese lenguaje que le da un estatus superior, por su carencia de formación

A mi me parece una forma de pensar y un lenguaje anticuadísimo.

Laura habla de la relación impuesta con Merche y la que mantiene con la prostituta, que le escucha y de la que presume, hasta que se enamora. Yo cuestiono este amor a primera vista.

Laura cree que el autor puede hacer esas reflexiones irónicas porque le permite verlo desde lejos. Comenta lo buenas que son las reflexiones sobre la importancia de estar la altura de las circunstancias, no dar qué hablar (Manu)

Conchi recuerda que él siempre se aprende cosas que no son importantes, como el típico cuñado pesado, que sabe de todo y te lo dibuja.

Le gusta la teoría de la cercanía amor/ odio y que lleve veneno en el bolsillo. Le sitúa en un punto cínico muy gracioso.

Lo de tener siempre en mente la idea de matar es curioso. A Fabiola le gusta mucho esa manera de solucionar los problemas.

Valen cree que es como un hámster enfermizo, habla todo el rato, da vueltas sobre los mismos temas. Pero no habla de su madre, no es una referencia, no tiene amigos, sus amigos son sus enemigos. No tiene apego humano: es normal que sea así, casi ha salido demasiado bien.

Fabiola dice que sí tiene un amigo, cuya relación cuenta de manera muy minuciosa. También las mujeres son sus amigas, con relaciones de muchos años.

Pero son relaciones superficiales, apunto yo.

Fabiola cree que es un reflejo de las relaciones actuales. Tinder, etc. sin profundidad, por interés, vacías.

Manu está de acuerdo con Fabiola: la gente huye de la trascendencia, ahora hay muchos que buscan la frivolidad, escapar así.

Fabiola trae el cuento a colación. A mí me gusta, me parece una metáfora muy buena. Él se identifica con esta minoría, con una rata que vive al margen del modelo establecido (Fabiola).

Yoli dice que no está nada integrado, que es patológico en las relaciones. Sus divagaciones son interesantes, pero las integra mal. Tiene carencias de relación. No cuenta nada de su entorno familiar más que lo que le pasa en el cole. Está a la defensiva, como los insectos del cuento, es despreciado (pero solo en su cabeza). El cuento también le gusta. Es tierno y metafórico, con clara referencia a Kafka.

Valen está de acuerdo con que ahora hay comportamientos frívolos o inmaduros, pero le parece que Marcial tiene una relaciones lamentables y que el más comediante es él, que está haciendo el tonto.

Laura comenta que parece que un psiquiatra le está pidiendo su interpretación y esa es la que es. Él no entiende las relaciones personales y la parte sobrenatural es patológica, claro, pero le parece una interpretación de la vida normal. Ella entiende más a Marcial que a Claudette, el personaje de la última novela leída de O’Farrell.

Yo no, solo algunas cosas de sus reflexiones me parecen interesantes, no empatizo nada con el personaje, pero lo leo en clave de ironía.

Fabiola cree que tiene características de autismo en la dificultad de percibir las relaciones. En la reunión intenta ser gentil, pero no acierta, no lo consigue, no sabe gestionar la situación, no tiene las habilidades para ello, tiene muchas rarezas y describe bien sus emociones, las formula intelectualmente, cognitivamente con mucha corrección,  pero no hay sensibilidad. Hay personas con este tipo de problemas.

Yo digo que el doctor lo veo como un recurso literario.

Conchi ha pensado que él está en la cárcel o en un psiquiátrico. Encerrado de alguna manera.

Nos gustan los personajes de la reunión, especialmente Vicky y el señor que muere, que solo mete chascarrillos en el lenguaje y él apoyado con el cubata en la estantería, todo el rato fuera de lugar :).

Nos gusta a todos la parte final,  es muy cinematográfica (Conchi) A elle le gusta lo del poder sobrenatural. Yoli lo ve muy infantil y Laura como un mecanismo de defensa.

A Fabiola le sorprende que el desenlace está escrito en dos páginas que resuelven  y condensan todo. Lo hace muy bien, porque lo va anunciado y estás pendiente de ver qué pasa.

Cuando Marcial desaparece al enamorarse de Pepita, cambia y todos los de alrededor también cambian su relación con él.

Conchi dice que pequeñas rarezas tenemos todos, relaciones peculiares con la gente del estilo de la que él tiene con la mesonera. Es más habitual de lo que parece.

Manu comenta que Marcial cambia de antes a después de estar enamorado. Le sorprende que en la parte inicial de la novela se define con una formula orgullo + cobardía = temeridad. Luego cuando se enamora, lo pierde.

Fabiola piensa que el amor hace que él salga de su zona de confort y no consigue lidiar con esto. Sabe que no le va bien, le causa ansiedad y origina cambios. La ambigüedad del amor.

Yoli cree que con las mujeres se queda en lo superficial. El aprende anécdotas, tiene un conocimiento sin base. Los comentarios de los dibujos están muy bien, son irónicos y recuerdan a la crítica de arte. Él sabe un poco de todo y nada de nada. Lo lleva todo cogido con pinzas y luego no se acuerda de las cosas.

Fabiola nos recuerda que la navajita como recurso para soltar los nervios, le viene muy bien al final.

Lo vemos desde la comedia por la ironía, pero es un psicópata, dice Celia. Muchas veces lees las cosas que él dice en las redes. Las mujeres son un objeto de consumo.

Es como un trovador de la Edad Media, dice Yoli. Se enamora de una chica de clase alta y él es un desclasado. Ella es objeto de culto. A Yoli le gusta como lee las pieles de las personas.

Hablamos sobre Natalia, la prostituta que parece entenderle un poco. Con las mujeres tiene un sentido del humor viejo, con todo en general, pero sobre todo con las mujeres, es un misógino. Se queda en la superficie, a Pepita solo la adora, no sabemos nada de ella.

A la prostituta la aprecia, pero luego la despacha bien (Conchi), es muy rígido. Necesita un esquema antiguo (Celia) para sentirse seguro.

La forma en que está escrita la novela es muy brillante y muy inteligente y contribuye al efecto cómico (Laura).

Lo compara con Tostonazo, pero este personaje no se deja llevar por los demás, este te da su propio razonamiento.

Ha sido una historia divertida, pero tiene un fondo dramático/crítico. El que da pena es él. A algunos nos costó el inicio pero a otras les gustó desde el primer momento (Yoli, Celia).

Hablamos de su forma física, de cómo es. Nos parece enclenque. Laura lo ve barrigón, un poco como Carlos Areces.

El mundo esta hecho para hacerle daño, de donde le habrá salido un personaje así, se pregunta Yoli. Landero en las entrevistas dice que ha conocido personas así. Como Karina Sainz Borgo decía de la protagonista de su libro. A veces la realidad supera a la ficción (Celia)

No sabe tener sentimientos fuertes: la amistad se convierte en rivalidad, los esquemas son amor-odio, el mundo le agrede.

La prostituta es la más sabia (Yoli) es la que mejor le conoce (Manu).

Hablamos del próximo libro y de lo diferente que es. De posibles lecturas futuras, como siempre: Claudia Piñeiro, Marcaris, Tamaro, También de una próxima peli basada en Un amor de Sara Mesa, que está rodando Coixet…

Una vez más, un rato agradable hablando de libros.

La semana que viene nos vamos a Japón 😉.

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