Resumen de la cita virtual sobre «La tierra que pisamos»

Reunión virtual del club (noviembre 2021

Viendo la foto cualquiera pensaría que estábamos hablando de otra novela. La culpa es de Valen que nos estaba descubriendo usos desconocidos del diccionario :).

La verdad es que conseguimos pasar siempre un rato agradable hablando del libro que nos toca… y un poco de todo lo que va surgiendo a partir de él.

Y eso que en este caso teníamos entre manos una historia terrible, como dice Fres, a la que le ha gustado y recordado a Intemperie en el estilo. Es como este, pero llevado al extremo, más explícito en la crueldad y en la violencia. No tan sutil.

Lo ha leído bien y le ha parecido interesante la forma de ordenar el relato al revés, desde la llegada de Leva hacia atrás, hasta descubrir lo que pasó en el pueblo.

El contexto en el que transcurre la acción no acaba de estar claro. Quiere hablar de cosas universales, de muchas cosas: la crueldad, los fuertes frente a los débiles, la colonización…

Nos habla de otro libro con mucha violencia: Anima de Wadji Mouawad en el que se soporta la dureza de la historia gracias a que los narradores son animales de todas las especies.

Laura se lo ha leído en tres días, para no perder el hilo y le ha gustado el planteamiento, le parece original. 

El personaje de Leva le parece tan extremo que resulta artificial y le gusta el cambio de visión de Eva, que aprende a querer la tierra a la que va. 

Va viendo la diferencia entre lo que le han contado del imperio y la realidad de la expansión y se va acercando a la visión del inesperado visitante. Se produce un acercamiento entre contrarios.

A Valen le ha gustado igualmente. No es agradable el hilo conductor. Es bastante salvaje y la violencia, aunque muy vehemente no es gratuita ni más brutal que alguna escena de La lista de Schindler o la visión de un niño sirio ahogado en la playa…

Y aunque duras, son imágenes y hechos reales. 

Le parece peculiar, original, novedoso el modo de narrar los acontecimientos: lo hace Eva a partir de los datos que va recopilando de lo que él cuenta entrecortadamente.

Pero las idas y venidas del presente al pasado y de la historia de ella a la de él le han resultado confusas, sobre todo en los capítulos finales.

Hay dos puntos de vista enfrentados, la perspectiva de los colonizadores que se ven como salvadores y la de los indígenas que se ven masacrados.

Manu pide que le demos tregua con otro tipo de lecturas que esta le ha comprimido el corazón, pero aún así reconoce que la forma de narrar de Jesús Carrasco es original contando la historia a través de los ojos de Eva.

Señala que se describe un ambiente militarizado que le recuerda a su propia mili y le trae a la memoria cosas que prefiere olvidar.

Al igual que Valen destaca las visiones contrapuestas de la expansión del imperio desde el punto de vista del colonizador frente a la del colonizado.

Todo remite un poco al nazismo, los campos de concentración, el tratamiento deshumanizado de los prisioneros… pero todos los grandes imperios llevaron a cabo barbaridades y abusos en sus respectivas conquistas: Roma, Carlomagno… La violencia es algo intrínseco a la colonización. 

A Fabiola le ha costado mucho la lectura. Le ha resultado difícil de comprender, el vocabulario menos conocido… Igualmente la forma de contar la historia. No le ha gustado. En la parte media de la novela le dio pereza seguir, pero aguantó hasta el final, que le resultó más comprensible.

Señala algunas escenas especialmente duras y violentas: la del camión, la de la iglesia del pueblo…

Yoli se ha aburrido. Le parece que el autor escribe muy bien, aunque maneja el lenguaje con tanta perfección que resulta artificial y cree que mantiene muy alto el clímax demasiado tiempo y eso le ha llevado a desconectar (a ella).

No le ha sorprendido, recuerda a conflictos muchas veces vistos: los nazis, las guerras, El corazón de las tinieblas de Conrad… Le ha resultado reiterativo y pretendidamente original, pero no lo consigue, en su opinión.

No le ha gustado, ni convencido, ni ha disfrutado. Le ha parecido previsible y ella ha intuido que Leva volvía a su hogar desde el principio. 

Lo único que le parece interesante es que la voz narrativa sea la de Eva contando la vida de Leva, que ella vea su vulnerabilidad a través de la de él.

Mª José la ha leído dos veces. Le gusta mucho cómo escribe Jesús Carrasco, aunque le pone los pelos de punta, le encoge el corazón.

No le cae nada bien Eva, su transformación le revienta, pero le gusta el perro, Kaiser.

Le parece muy bueno el juego de cambios de historia entre los protagonistas y los tiempos.

Alguna escena le ha resultado muy impactante, como la del niño en el camión y algunas reflexiones sobre los ancianos que se llevan al campo de concentración, doblegando con la espada la sabiduría…

El título relacionado con la querencia por la tierra también le ha gustado mucho y cómo está escrito y desarrollado.

Se pregunta por qué el nombre de Leva y Fres lo relaciona con las levas que obligaban en la época medieval a los campesinos a servir al ejército, no como soldados sino como zapadores, exploradores o leñadores.

Hay mucho simbolismo militar y mucho lenguaje bélico (Manu).

Fres se plantea si la tierra es la que pisamos o la que pisoteamos y destaca los momentos líricos que reconoce en la novela: olores de pueblo, de casa, de campo. Eva va arraigando en la tierra, sin embargo, la relación de Leva con esa tierra es más violenta. Él busca la paz entre los muertos, pero ni siquiera al final el autor le da un respiro, le somete a demasiada tensión.

Hay mucho lirismo, metáfora, mucho virtuosismo con las palabras, pero para Yoli se le ha ido literariamente, ha sido demasiado ambicioso en forma y contenido.

En general a todos nos gustó más Intemperie, nos parece más personal, más sutil. En esta obra hay más exceso en general.

Manu cree que en este caso ha dejado volar su imaginación, frente a la primera obra, en que hablaba de algo real, que conoce, de la tierra, de su pueblo, ahora se inventa un mundo ficticio, por eso parece más recargado.

Mª José rescata alguno de los términos desconocidos para los que hemos tenido que tirar de diccionario, como alcotana

Volvemos a hablar de los muchos temas que se abordan: esquilmar el planeta, el consumo desaforado… Yoli dice que son tantos que algunos se quedan en el limbo.

Yoli se pregunta si el escritor es traductor por su manejo del lenguaje. Laura si habrá sido pocero por su vinculación con la tierra 🙂

Fres dice que le recuerda a Coetzee, (que efectivamente es una de sus influencias reconocidas) porque utiliza pocas florituras, pero Laura no está de acuerdo con esto, piensa que hay mucha poesía a veces.

Fres comenta una crítica en que se dice que Carrasco usa muchos adverbios terminados en mente; Valen que también con este relato le dan ganas de ducharse, como le pasó con Intemperie.

Comentamos que es más fácil no querer saber que saber. En este sentido, Leiva abre los ojos a Eva, es el elemento desestabilizador (Laura).

Hablamos de cuándo puede ocurrir la acción, principios del siglo XX, quizás, pero da igual porque se pretende generalizar sobre el imperialismo y hay referencias mezcladas entre nazis, guerra civil española, colonización belga, apartheid sudafricano…

Manu cree que también hay referencias a la extensión del imperio británico en la India o en Estados Unidos para la construcción del ferrocarril. La visión amable del imperio norteamericano va ligada a las películas, que no reflejan la realidad. 

Reflexionamos sobre la deshumanización de los personajes, al final los enemigos también son los iguales, los mismos que sufren.

Yoli dice que le resulta muy dura la imagen del esclavo que lleva los zapatos pequeños y Mª José recuerda que incluso le hacen bromas dolorosas al respecto. Los zapatos nos recuerdan a otros momentos de pobreza y condiciones extremas. como en Las cenizas de Ángela o en los vídeos de la IIGM en que los soldados hablan de quitarse las botas después de dos meses… (Fres). La importancia del detalle, lo concreto, nos conmociona más.

Estamos de acuerdo en que Carrasco es muy bueno describiendo, muy gráfico. 

Fabiola retoma la idea del saber frente al no querer saber, quedarse sin conocer o enfrentarse a la realidad y Fres recuerda que esto también formaba parte de otra de las obras que hemos leído en el club: El problema de los tres cuerpos. Fabiola añade otro tema en común de ambas novelas: la tala desaforada de árboles.

Hablamos de la pérdida del habla en los dominados (Yoli) y del valor de los silencios en la obra de este autor.

Nos preguntamos cómo es posible que Leva siga vivo. Quizá su objetivo es llegar a su tierra, pero es un muerto en vida (Fabiola)

Al marido de Eva se le describe con cuatro trazos muy eficaces. Eva ha vivido siempre maltratada y comparte con Leva el dolor, se hermanan en él. Yoli dice que conocer al individuo le hace a Eva comprender, empatizar con el colectivo de indígenas. 

Por el camino hemos comentado que sería bueno intercalar alguna lectura más llevadera y han salido algunos géneros (autobiografías noveladas, otra de suspense) y algunos autores Nesbo, Camilleri, pero al final nos hemos decantado por la comedia pura y dura, que todavía no hemos leído ninguna.

Ya hablaremos de cual. 

¡Gracias a todos!

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3 respuestas a Resumen de la cita virtual sobre «La tierra que pisamos»

  1. Valen dijo:

    Fantástico resumen, Marta. Gracias!

  2. M. Jose dijo:

    No se te ha escapado ni un suspiro Marta.
    Mil gracias.

  3. Fres dijo:

    Resumen estupendo Marta, como siempre y la foto me encanta:)
    Hasta el día 22

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