Resumen cita virtual sobre «Una gran historia de amor»

Esta vez parece que no hemos acertado con la lectura. En general, no ha gustado, pero bueno también tiene que pasar ¿no? 🙂

Laura, que no pudo asistir, ya comentó que no le había gustado nada e intentó poner un comentario, ¡pero estaban desactivados!. Mis disculpas, no soy consciente de haber modificado nada, no sé si se produjo algún cambio en la última actualización…

Fres compara la novela con Master Chef, cuando Jordi Cruz dice ¿está bien hecho? Sí. ¿Te lo comes? Sí ¿Te dice algo el plato? No. Eso es lo que le ha pasado a ella con este libro.

Le parece un poco tonto. Está bien escrito, es ágil, se lee rápido. Recuerda a las cursilerías de Coelho, es muy previsible, maneja todo el tiempo tópicos. Es un poco pija, simplona. Se lee bien, pero no le ha dicho nada. Iba con prevenciones por Donde el corazón te lleve, que gustó a todo el mundo.

Según ella es una tontería, dice obviedades y además no le gusta el toque místico.

A Fabiola le ha gustado, pero también le parece previsible. La relación capitán-chica está falta de diálogo, hay un silencio, demasiados olvidos en medio. Él no pregunta nada, se deja llevar.

Lo ha leído bien, deprisa, pero está de acuerdo con Fres en la sensación de que todo es conocido.

Manu habla de que tiene muchas pérdidas y dolores además de la historia de amor, aunque él cree que Andrea más que amor tiene mucha paciencia con los silencios y abandonos de ella. La diferencia de edad marca la historia: él muy maduro y a ella como libre. Le parece poco creíble. La hija de Edith tiene el carácter adolescente de la madre.

A Mª José le parece que el título es pretencioso. Nos cuenta que ha habido una confusión con el libro en el PAR entre el último libro que ha llegado y el último libro que hemos leído, pero bueno se solucionó. Se lo ha leído en dos días y le ha sobrado tiempo y espacio.

La diferencia de edad no le parece grande, 10 años son pocos. Hay más diferencia de concepción de mundos: ella es un alma libre y él un hombre apegado al orden.

Le ha recordado a Barbara Cartland o a Corín Tellado, con un poco más de nivel literario.

Yo no lo veo muy novela romántica, me parece una historia de duelos y pérdidas.

Mª José reconoce que algunas de estas pérdidas, le han conmovido, pero la historia de encuentros y desencuentros de ellos dos, no le ha gustado. Ella le parece un personaje infantil.

Me vuelven a acusar de dramática porque yo siempre me decanto por este tipo de temática. Yo insisto en que la vida tiene estas cosas y que no elijo los libros en función de eso, pero no los convenzo jajajaja.

Fres dice que los grandes temas trágicos son muy literarios, pero en este caso no hay una estructura. Hay muchas partes tópicas y por eso te sientes reconocido: la casa que ha perdido su sentido, lo de poner la mesa todos los días por la noche… Ella lo hace pero sin reflexiones filosófica, por pura practicidad. Mª José también afirma hacerlo por comodidad.

Fres piensa que el inicio con la pérdida de vida en una casa grande donde las cosas ya no son lo que etc. está bien, pero eso enlaza con el encuentro de ellos dos, que le parece muy malo. ¿Quién se casará con esta mujer? Se plantea Andrea… A partir de ahí no lo ha podido salvar.

Hay muchas pérdidas, pero no tiene consistencia la historia. Se pasa por la muerte del niño por encima y la carta final le parece de risa. Dice que es una comedia.

A ella también le recuerda a Corín Tellado y ve un trasfondo machista, un pensamiento antiguo clásico, antiguo, conservador de las relaciones en la obra.

Manu no está muy de acuerdo en esto. El protagonista se plantea dos relaciones simultáneas: una estable, con una mujer más conservadora, Erika y la de Edith, que le va a aportar incertidumbre por todos los lados y decide arriesgarse con esta…

La imagen que da del hombre (Fres) es de protector, siempre va a estar ahí para esta mujer inmadura, díscola que se marcha de vez en cuando, pero que volverá a los brazos del hombre uniformado y cabal (que además gana el dinerito, dice M. José)

En general estamos de acuerdo en que las relaciones descritas son más bien clásicas.

Fabiola cree que el capitán no quiere tener una relación seria, los dos van a su bola, él es muy pasivo, siempre está viajando y ella comanda la vida de él. A ella si le ha gustado lo de las pequeñas cosas que nos dejan los que se van, como el poner la mesa el día antes.

A Yoli no le ha gustado tampoco. No le ha entrado por ningún lado. Se lee, pero no tiene mucho que decir al respecto. Está de acuerdo en que todo son tópicos. Le recuerda a las pelis alemanas de los sábados, el amor que es, pero no es, pero vuelve… Toda la vida llena de sinsabores. También piensa que no se explican bien las cosas que pasan. Está llena de lugares comunes: traumas de infancia, el amor, etc. No sabe más que decir.

Más tópicos: él criado en un casoplón, con un padre déspota, se va hacia la libertad y acaban en una casa en un lugar idílico (Fres).

Conocemos poco los personajes, el periplo de la hija tampoco se entiende. Como está narrado desde la perspectiva de él, tampoco se conocen otras versiones. Solo a través de las cartas.

Huye porque no quiero comprometerme, se lía con un rico que la abandona, se embaraza, tiene una hija, es un culebrón (Yoli).

Se comenta la anécdota del abrigo en el coche del padre de Edith, que en general, les parece ridículo, una fantasía oriental, dice Mª José. A Fabiola le parece que la duda puede cambiar la vida de una persona y por eso le parece interesante y bonito. Y cuando descubre que no hay traición hay alivio. A Mª José le parece inverosímil cómo lo encuentra.  Es un dolor más, de los pocos que tiene bálsamo. Añade dramatismo que quita con un poco de merengue.

El mismo final es un despropósito con la metáfora del columpio (Fres). Ella insiste en que es una comedia y pone como ejemplo que compre dos anillos cuando ella se está muriendo para asegurarse que le vale alguno.

Fabiola echa de menos más diálogo con ella, todos son recuerdos de él. Las pequeñas cosas que hacen recordar a las personas que se han ido, le han recordado a los propios recuerdos de sus padres.

A mí me gusta como describe la sensación de soledad, la depresión del duelo y el tono marinero en el vocabulario y las metáforas. Lo que me ha gustado menos son las parrafadas filosóficas.

Los personajes son poco profundos (Fabiola)

Mª José se pregunta porqué cambia el nombre de Patrizia a Edith. No lo no sabemos. A Mª José no le gusta nada esto. Manu cree que es un rasgo adolescente más.

A Mª José le ha gustado el asunto de las abejas, cómo mantener el recuerdo de algo que ella hacía y disfrutaba.

El final enlaza con el principio (Fres) porque empieza con la casa vacía y termina dotándola de nueva vida: se cierra el círculo, eso está bien, pero dentro de una novela que no es mas que una novelita ligera.

La carta le costó mucho a Yoli. Explica todo lo que no dice en la novela, es excesiva y lugar común de nuevo.

Por qué se va Amy, se pregunta Manu. Yo creo que sobre todo porque culpa a su madre del encarcelamiento de su novio.  Fabiola dice que hace lo mismo que hace su madre en el pasado y mientras, el capitán no dice nada. Fres cree que tampoco se explica bien.

El pensamiento conservador también se aprecia en la relación que mantiene Edith con un hombre de izquierdas y el desencanto que sufre con respecto a esta ideología (Fres)

No tiene profundidad, no hay por donde cogerla: para expresar algo bueno te tienes que quedar en la anécdota. No la salva, iría a la hoguera junto con Miss Marte.

A Yoli le gustan también las alusiones al mar, pero incluso esto es previsible: un niño que lee en la biblioteca relatos de aventuras, se convierte en marino.

Está de acuerdo con Fabiola en que es un personaje muy frio.

A Manu le llama la atención la diferencia entre como describe el capitán su trabajo en el ferry y en los cruceros. En estos está acosado por las mujeres: otro topicazo. Mujeres solitarias intentan ligar en el barco (volvemos a comentar que es también típico de las pelis alemanas o nórdicas de las sobremesas de los findes).

Hablamos de la próxima lectura y de la búsqueda de la de junio. Fres recuerda otra historia de amor, pero bien contada: la del cómic Carta blanca de Lafebre, que ya hemos mencionado en el blog alguna otra vez y nos dice que también le ha gustado mucho Piel de hombre de Hubert / Zanzim (ambas en la Comicteca de Industriales).

Comentamos que la última quedada del curso será presencial, como el año pasado (todavía recordamos la deliciosa tarta de piña de Fabiola y el estupendo día que nos hizo). Ya hablaremos de donde quedar cuando se acerque la fecha.

En unos días, empezamos con Delphine de Vigan.

¡Hasta entonces!

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