Personajes y temas de «La autopista Lincoln»

«Ulises leyendo», fotografía de vladimix en Flickr (CC BY-SA 2.0 DEED)

He encontrado una foto que se titula así de verdad, no me la he inventado. Es perfecta ¿a que sí?

Porque uno de los temas de nuestra lectura de otoño tiene mucho que ver con el poder de los libros como instrumento de enseñanza, aprendizaje y formación, y desde luego como ventana abierta a la imaginación, la aventura, la esperanza y los sueños.

Todo el viaje, la historia principal, se vertebra a partir de los datos que Billy conoce (porque ha leído sobre ellos) de la autopista que su madre ha ido siguiendo en su huida hacia el oeste. Durante el trayecto, gracias de nuevo a la pasión de Billy por la lectura, héroes clásicos y de la literatura se alternan con algunos grandes sabios, para codearse con los personajes, adquiriendo su propio protagonismo. Y ese entusiasmo del niño, nos recuerda al nuestro ante aquellos primeros libros y la emoción que nos produjeron, allá en una vida anterior 🙂

Creo que podemos afirmar que se trata de una alabanza de la lectura en toda regla, incluso diría que de las bibliotecas, a las que los hermanos Watson acuden en busca de información varias veces. No olvidemos el importante papel que desempeña Ellie Matthiesen, la bibliotecaria que regala a Billy su libro de cabecera 🙂

Otro de los asuntos de peso en la novela es la injusticia. Prácticamente todos los protagonistas son castigados sin merecerlo: Emmett, comete su delito por accidente; Duchess es acusado falsamente; a Woolly le pierde su bondad… Y en todos los casos, su paso por el reformatorio les cambia la vida.

La venganza es otra cuestión sobre la que descansa parte del hilo argumental: es lo que mueve a Duchess a desbaratar el recorrido ideal de los Watson, pero también supone uno de los motivos por los que Emmett sale de Morgen: espera que los Snyder quieran ajustar cuentas con él.

Cómo se aborda socialmente la discapacidad o la dificultad que tenemos de tratar a aquellas personas que se salen de lo que llamamos «normalidad», también queda reflejada en la obra.

Los lazos de la amistad, los familiares son igualmente cuestiones clave en el relato, que es sobre todo una historia de personajes.

Emmett es un tipo práctico y con cabeza, que tiene muy claro que lo más importante de su vida es su hermano, al que protege, cuida y admira a partes iguales. No quiere problemas, pero es bueno y leal, por lo que se ve envuelto en las maquinaciones de Duchess.

Billy es un niño viejo, a veces un pelín demasiado sabiondo, pero encantador en cualquier caso. Personalmente no me puedo resistir a los pequeños que disfrutan leyendo. Deformación profesional, supongo.

La verdadera inocencia infantil es más cosa de Woolly, del que es difícil no encariñarse enseguida. Algo le pasa a esa cabeza descolocada, que no acaba de entender el mundo. Rebosa buenos sentimientos, pero le cuesta adaptarse.

Duchess, a pesar de sus equivocaciones, tampoco es un malo-malo: casi se le perdona todo cuando conocemos a su padre, absolutamente impresentable. Es curioso que él parece creer que todo lo que hace está justificado y le parece prácticamente normal.

Ullyses arrastra una mala decisión que le cambió la vida, por la cual se castiga a vagar sin rumbo eternamente. No busca a su familia, ni siquiera cuando recupera la fe gracias a Billy. Esto me ha llamado la atención, es como si asumiera que debe ser así.

El profesor Abacus Abernathe es un personaje que, en mi opinión, bien podría haberse quedado como un héroe literario más de los que aparecen en el libro. No entiendo muy bien qué aporta al relato su aparición de carne y hueso.

Sally prácticamente adopta al pequeño de los Watson, no parece que tenga interés por Emmett, aunque no queda especialmente claro hasta el final, cuando manifiesta claramente que su escapada junto a ellos es una huida de su papel como mujer en mitad de la nada en el medio oeste americano.

Sarah la hermana de Woolly da más pena que otra cosa. Con una vida acomodada, pero insípida, se porta bien con su hermano, aunque da la sensación de que solo se deja llevar…

Interesantes son algunos de los perdedores que desfilan por la vida de Duchess: Fitzy Fitz Williams o Marceline Maupassant.

¿Completáis lo que me haya podido dejar en el tintero?

¡Gracias!

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