Los personajes y los temas de «Clarissa»

THE BRITISH ARMY ON THE WESTERN FRONT, Fuente: Wikimedia Commons. Fotografía en dominio público

*Aviso: es preferible no leer la entrada si no se ha leído antes la novela. 

Más allá de la historia de la evolución de una mujer de principios del siglo XX, Clarissa es una fotografía de la sociedad de este periodo histórico.

Los momentos previos al estallido de la Primera Guerra Mundial y la misma confrontación, nos ofrecen una imagen sobre el tema fundamental de la novela, una visión de la guerra desde diferentes perspectivas: la del general, para quien la preparación de la misma constituye una obsesión y «su vida»; la del joven entusiasta cegado por el patriotismo y las ganas de combatir (en nombre de otros) ; la del hombre asustado que prefiere morir a volver a la batalla; la del pacifista convencido que busca el entendimiento de la humanidad por encima de fronteras y entiende que los damnificados es siempre el pueblo; la de quienes sufren en la lejanía por los suyos en las trincheras; la de quien se aprovecha de la escasez y el sufrimiento ajeno para hacer negocio; la de los sanitarios que se enfrentan en precario a la barbarie y la muerte…

El papel de la mujer en la época, es otro de los asuntos sobre los que podríamos hablar durante horas. A pesar de que la educación en el colegio parece ir encaminada a poco más que aprender a tocar el piano y saber comportarse en sociedad, en la novela se plantea la actividad laboral femenina con normalidad, aunque muy dirigida hacia el terreno asistencial, la pedagogía, o los niños. Clarissa hace un esfuerzo por formarse «para servir a los demás» y ese trabajo le aporta recompensas: un empleo estable, el respeto del doctor Silberstein, la posibilidad de viajar… y le cambia la vida.

Otra de las cuestiones que presenta el libro es la soledad: Clarissa está sola toda la vida, excepto los meses que comparte con Leopold. Él es la calidez, la compañía, la complicidad y la ternura. La separación hace su soledad aún más profunda, su secreto la deja aún más aislada. Esa tristeza que arrastra y que le pesa, se respira en todo momento.

Y un análisis de esa sociedad, clasista e hipócrita que relega a los bastardos (Marion, el propio hijo de Clarissa), que restringe los afectos, sería otro punto que analizar. Todos intentan no demostrar cariño: el padre, el doctor, incluso Leopold al principio. «Es curioso que haya tan pocos adultos que puedan hablar con espontaneidad». Con el honor por encima de todo.

Y el aborto como opción, por la presión social y el miedo a la vergüenza ante su padre y el deshonor con el que viviría siempre su pequeño, hijo no solo bastardo sino del enemigo…

En cuanto a los protagonistas, el padre, incapaz de demostrar amor, de mostrar sus emociones, de sentir, marca mucho la historia Clarissa que parece ver la vida pasar, ordenada y obediente, pasiva siempre hasta que conoce el amor. Ese carácter estricto y su sentido del honor van a influir en la decisiones que ella va tomando. Y para colmo le oculta que Leopold ha contestado a sus cartas…

Leopold es un trasunto de Zweig: admira a Montaigne, es ingenuo y esperanzado, defensor de la unión de los ciudadanos más allá de la política, antinacionalista, pacifista y el único espíritu un poco alegre que aparece en la obra. Le interesa la gente pequeña «¿Cómo sería si, alguna vez, los anónimos se unieran como los únicos que no tienen otro interés que vivir en paz y tranquilidad?»

Brancoric, horrorizado con la guerra, mentiroso compulsivo, de honestidad cuestionable y trapicheos múltiples, que, sin embargo, trata bien a Clarissa, le ofrece una salida digna aunque a todas luces precaria y adopta al niño como suyo, permitiéndoles durante un tiempo sobrellevar las penurias económicas.

El doctor Silberstein, es uno de los personajes más interesantes, muy importante para Clarissa. Él le consigue un buen trabajo y valora su aportación y su opinión. Gracias al viaje a Suiza, conoce a Leopold y también por él decide seguir adelante con su embarazo. Siempre cuenta con su apoyo. Sus teorías como neurólogo-psiquiatra en tiempos de Freud también son curiosas por oposición: el uno plantea buscar el origen de la enfermedad como cura y el otro, la distracción, la ocupación, el trabajo y el entretenimiento como terapia contra los nervios (que además se aplica a sí mismo). También resulta muy humana su contradicción en cuanto a conseguir la aceptación social, por ambición, aunque no le satisface nada. Que al final no se alinee en lo «políticamente correcto» le honra una vez más.

Clarissa crece en la obra. Mediatizada por una infancia sin afecto y un padre enfermo del orden y el honor, se convierte en una joven invisible, que apenas siente. Es valiente, aunque se someta a los dictados sociales y de los hombres y madura después de conocer el amor. Creo que si la novela se pudiera desarrollar hasta el final terminaría ofreciendo su plenitud como mujer, con o sin Leopold, junto a su hijo.

¿Qué más podemos comentar?

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6 respuestas a Los personajes y los temas de «Clarissa»

  1. MJose dijo:

    Hola:
    Resulta cuanto menos una rareza la actividad laboral de Clarissa. No es muy corriente en las mujeres de esa época poder llevar una vida autónoma e independiente. Incluso en este caso parece depender del «apoyo» de la herencia recibida.
    A mí me da mala espina Brancoric, es demasiado desprendido en lo que le hemos visto en su relación con Clarissa, ¿puede cambiar esto?. Su medio de vida es el trapicheo, ¿lo aplicará también con ella si las cosas le van mal?. Tal como le hemos dejado, así parece.
    Bueno, seguimos en ello.
    Un saludo,

    • Novelerías dijo:

      Hola M. José. Sí sorprende esta participación activa en el mercado laboral de Clarissa. Aunque en estos primeros años del siglo XX empezaran a incorporarse las mujeres al trabajo en las fábricas o en la enseñanza, su independencia económica parece bastante excepcional en este periodo histórico.
      A mí Brancoric no me da tampoco buena espina, casi he llegado a pensar que todo lo hace por interés desde el principio…
      Lo comentamos el próximo jueves. ¡Gracias!

  2. BAQUERO GOMIDE, FABÍOLA dijo:

    Holá,
    la amiga de Clarissa, la bailarina, la extrovertida (no me recuerdo lo nombre). Había dos apariciones en el libro, pero representaban alegría y otro modelo de vida para ella. La representacion de la mujer, la madre, la hermana, la sensibilidad… otro mundo posible, que ella desconoscia y le asombró.
    Todos son personajes fuertes y llamativos, pero mas hombres que mujeres. Clarissa poco conoce el mundo feminino. La ausencia de la figura materna hace mucho daño a ella. Por otro lado, Brancoric muestra tus debilidades, tus fracasos y tus miedos lo que la deja sin saber qué hacer. Pero, hay sinceridad en su vínculo afectivo con Clarissa y su hijo. Es dizer que la debilidad tambien hay valor… Oposicion con la figura del padre. Y el doctor es el término medio. Asi me pareció. Besitos

    • Novelerías dijo:

      Hola, Fabiola. Muy de acuerdo en que a Clarissa le falta una figura femenina o maternal que aporte calidez a su vida. En mi opinión el personaje de Marion sirve sobre todo para evidenciar la hipocresía social y el rechazo a los hijos tenidos fuera del matrimonio. Arrastra, como Clarissa, una carencia de afecto que le lleva a necesitar ser querida por todos. Eso acaba uniéndolas y haciendo posible su amistad.
      Yo no tengo claro que estemos ante un grupo de hombres fuertes: el padre es duro y frío, pero desgraciado y cobarde (no se atreve a sentir). Bracoric: un aprovechado. Leopold es un hombre honesto, con las ideas claras, pero a la hora de la verdad, se somete a las decisiones políticas, que tanto critica y de alguna manera renuncia a su amor. Yo al único que salvaría sería al doctor. Con sus debilidades y contradicciones, solo él al final tiene el valor de oponerse al sinsentido de la guerra y de enfrentarse a quienes mueven los hilos, quien de verdad ayuda a Clarissa haciendo posible el nacimiento de su hijo.
      A mí me parece que aquí la más fuerte es la protagonista, aunque se somete a los deseos de su padre y a las convenciones sociales, lucha a contracorriente adaptándose como puede a las circunstancias… ¡Gracias!

  3. Kim⚘ dijo:

    Hola 😊
    Reconozco haberle sentido lastima a Bronderic cuando recién apareció en el libro, me pareció un personaje débil pero obligado por las circunstancias a participar en una guerra de la que nunca quiso formar parte, y entendía el miedo que describía que le paralizaba para actuar cuando estaba en la batalla. No obstante no esperaba que de repente se convirtiese en la persona que resultó ser (manipulador, mentiroso, abusador,…). El final del libro fue muy descorazonador, y sentí que se acabó justo cuando estaba en el momento más importante de la trama.
    Al igual que vosotros concuerdo sobre el hipotético final que podría haber tenido la novela; independientemente de si Leopold estuviese con ella o no, me hubiese gustado verla libre de Brancoric, teniendo menos en cuenta la opinión de la sociedad y sobre todo feliz junto a su hijo.
    Un saludo

    • Novelerías dijo:

      Hola Kim. Brancoric es un personaje desconcertante. Parece absolutamente desvalido y traumatizado por la guerra y aunque ya se atisba que es un mentiroso compulsivo, el cambio que da posteriormente es tan brusco, que descoloca mucho, la verdad. Y luego, por un lado se porta bien con Clarissa y con su hijo, pero por otro, acaba aprovechándose de la situación… Además de andar trapicheando a costa de las penurias con que la guerra machaca a sus compatriotas. Imaginémosla al menos lejos de él, acabe como acabe su historia de amor, sí.
      Te echaremos de menos el jueves, pero trataré de resumir todo lo que comentemos. ¡Gracias!

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