Contexto, tramas, estructura, lenguaje… de «El Tercer País»

«Emigrant» fotografía de Josep Salvia i Boté en Flickr (CC BY-ND2.0)

Podríamos situar la acción casi en cualquier momento de este siglo, del pasado o el anterior, Y es que muchas de las situaciones descritas, ya las han vivido los más desprotegidos, los más débiles, lo pobres, casi en cualquier lugar del mundo. Desgraciadamente se repiten hoy y es probable que lo hagan en el futuro.

Sin embargo, aparecen algunos elementos tecnológicos actuales que permiten centrarnos en nuestra época, aunque no será hasta el final de la novela cuando conozcamos exactamente el año en que suceden los acontecimientos. Lo haremos, como no podía ser de otra manera, a través de la información que nos ofrece una tumba: todo tiene lugar en 2019.

Nos encontramos en algún lugar de Latinoamérica. Lo sabemos por la climatología extrema, la fauna y la vegetación, el uso del lenguaje, las costumbres descritas y la enumeración de todos esos males endémicos que lastran a muchos países de Centro y Suramérica: corrupción, abuso de poder, violencia extrema (en especial sobre las mujeres), pobreza, emigración, hambre, muerte… que forman parte del escenario y protagonizan algunas de las grandes novelas de la literatura hispanoamericana.

El andamiaje de tramas que Karina Sainz Borgo construye, es complejo.

La principal nos presenta a Angustias y Salveiro huyendo de la peste con sus hijos sietemesinos en brazos, en busca de mejor suerte, camino de la zona occidental del país, un territorio fronterizo de nadie donde impera la ley del más fuerte.

La pérdida de los niños rompe esa dinámica de salvación ante la urgencia de encontrar donde darles sepultura.

Es entonces cuando emerge como un personaje legendario Visitación Salazar, la mujer que ha hecho de Las Tolvaneras un santuario donde ofrecer descanso a los más desfavorecidos a cambio de nada.

Angustias y Salveiro la buscan y la encuentran, y una vez enterrados los pequeños, él desaparece mientras ella decide quedarse donde están sus hijos y comienza a trabajar junto a Visitación, a la que ayuda a cambio de un techo en el mismo cementerio. Con ella aprende los entresijos de la limpieza y presentación de los cadáveres, la elaboración de ataúdes y la preparación de los nichos; la acompaña en sus tareas caritativas y entre ambas nace una extraña amistad.

Por el camino se nos cuenta que este Tercer País creado por la negra, incomoda a los que mandan: al cacique del pueblo, al alcalde títere, al cura y a los irregulares, una especie de guerrilla de delincuentes cuya única razón de ser es la violencia y el terror.

También conocemos cuál es el origen de este lugar de los muertos que se ha inventado Visitación y por qué todos lo codician.

Entrelazada con la propia historia de Angustias se va desplegando la de Consuelo, otra existencia desgraciada sin futuro.

El cierre del Tercer País coincide con una aceleración del ritmo de la obra en el que los acontecimientos se suceden deprisa hasta alcanzar el climax final, que hace reaparecer a Salveiro, cuya presencia gravitaba sobre todo el relato, en la sombra.

Este libro merece contar con su propio espacio para hablar del lenguaje, porque es uno de los grandes aciertos de la novela: sonoro, rotundo, directo, repleto de palabras desconocidas y hermosas: dividí, enzapatá, bejuco, Y frases perfectas, redondas, para guardar y saborear despacio:

«Mi madre me bautizó Angustias. Más que un nombre, eligió un zarpazo»[…].

«La vida los había tomado prestados de paso hacia la muerte».

«Su voz era el único árbol que daba sombra».

«Jamás me convertiría en polvo, porque ya estaba hecha de él».

«Cuando se queda dentro, el grito raspa.»

Los topónimos suenan a religión y a antiguo (Sangre de Cristo, Mezquite, Cucaña), igual que los nombres de las personas Higinio, Salustio, Consuelo, Angustias, Visitación, Salveiro, Alcides, Aurelio…

También hay que hablar de esa división en capítulos muy cortos, que ayudan a transitar por el relato y de las voces narrativas: una en primera persona desde la perspectiva de Angustias y otra en tercera persona, la del narrador que desde su posición privilegiada nos ofrece una visión más objetiva, pero no menos cruda.

¿Nos dejamos algo? Comentad lo que queráis.

Los temas y los protagonistas quedan para la próxima entrada 🙂

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4 respuestas a Contexto, tramas, estructura, lenguaje… de «El Tercer País»

  1. BAQUERO GOMIDE, FABÍOLA dijo:

    Holá,
    Al principio pensé que era Europa, luego algún lugar de España y finalmente imaginé un lugar como Bolivia, ciudades cerca de la cordillera de los Andes en América del Sur.
    El tema del tiempo me dejó bastante confundido… la inclusión del celular, la UCI neonatal, internet… me pareció muy raro. Un poco fuera de contexto. Una mezcla entre lo antiguo y lo nuevo. Las tradiciones de despedida, los rituales que implican muerte y pérdida, que no se pierden en el tempo.
    Es profundo…

    • Novelerías dijo:

      Sí, es Sudamérica: esos pasos fronterizos con ríos peligrosos, el clima desértico, los ritos, el polvo, la miseria…
      El tiempo lo que tiene es que parece no pasar. Más allá de la tecnología, podríamos hablar de cualquier época pasada y probablemente futura ¿no te parece?.
      Hay mucho de que hablar en la próxima entrada. Como bien dices, se tocan temas profundos. ¡Gracias!

  2. Anónimo dijo:

    Novela dura, cruda, áspera, cortante, irritante. A la manera de los grandes de la novela hispanoamericana. Saturando el texto con palabras que nos llevan al sufrimiento, a la muerte, a la destrucción a la pérdida de la humanidad.
    Pero aún así, sigues leyendo, atrapada por la injusticia, la crueldad, cierto primitivismo. Queremos seguir el destino de esta mujer, intuyendo un trágico final.

    • Novelerías dijo:

      Pues sí, completamente de acuerdo. No atravesamos escenarios agradables, ni se nos da tregua, pero queremos conocer el destino de las protagonistas, cuál será el desenlace de la historia. Un final que, como no podía ser de otra manera, alcanza un climax dramático casi cinematográfico ¡Gracias!

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