«Un amor»: temas y personajes

J8 Rodant pel secarral 02 de SurfCologic en Flickr (CC BY-NC-ND 2.0)

En Un amor se abordan muchos temas.

Quizás el fundamental sea, en nuestra opinión, el rechazo al extraño, la desconfianza ante quien viene de fuera, que se acentúa si «la extranjera» no se adapta a los parámetros de normalidad de la comunidad.

Los prejuicios con que se recibe a Nat, al principio soterrados, van saliendo a la superficie a medida que pasan los días y se suceden los acontecimientos. 

En relación con esto, planea sobre toda la obra una sensación de soledad profunda, de aislamiento. Probablemente acompañe al personaje, es decir, que venía con ella de antes, pero en La Escapa se acentúa favorecido por un entorno hostil en todos los sentidos (también en el clima, el paisaje, la lluvia).

No le ayuda mucho ser una mujer y en este sentido enlazamos con otro de los asuntos sobre los que se incide en la novela: el machismo exacerbado, violento en el que se disfruta sometiendo, humillando, abusando físicamente. En la obra se describe de manera descarnada, realista y utilizando muy bien los tiempos: gradualmente va en aumento. A medida que la presión social se cierra sobre la protagonista, el casero se siente con más libertad para avanzar en su posición de dominio.

También hay sexo, deseo físico puro y duro, pero que engancha.  Se trata de una conexión solo entre cuerpos, aunque no exenta de ternura. ¿Es la de Nat y el alemán una relación de verdad? ¿Podría haber tenido más recorrido sin la intervención de ella? Y aquí se plantea una de las cuestiones que Laura ya ha puesto encima de la mesa en un comentario. ¿Tenemos las mujeres necesidades, percepciones diferentes con respecto al emparejamiento sentimental?

Otros temas sobre los que seguramente hablaremos la semana que viene y que aparecen en la novela serían:

• La vejez y la enfermedad (estrechamente unidas a la soledad de Joaquín y Roberta)
• La idealización de la vida en el campo (a través de los vecinos snobs, aunque también un poco de la propia protagonista al principio).

En lo que a los personajes se refiere, Nat da mucho juego. Viene ya tocada. Parece tener problemas para relacionarse, comunicarse, socializar… El incidente en el trabajo no tiene explicación alguna. Está solísima y llena de contradicciones. Da la impresión de tener las cosas claras, pero va asumiendo lo que los demás le imponen. 

Se aferra a Andreas como a un salvavidas, pero apenas se conocen y acaba dependiendo completamente de él y perdida cuando se separan.

Su soledad, su angustia, su miedo se transmite en cada página hasta que se va y cuando lo hace, el lector se siente liberado.

El casero es asqueroso, desagradable, aprovechado y deshonesto. Alquila una casa que no mantiene y se aprovecha de la soledad de Nat, cada vez más profunda. Machista recalcitrante, todos sus comentarios destilan desprecio hacia las mujeres. 

Andreas, el alemán, por el contrario, es respetuoso, sincero y directo. Ha llevado una vida dura y las preocupaciones de Nat le parecen absurdas. Sus mundos son contrapuestos, pero se entienden bien a través de sus cuerpos. Es realmente parco en palabras.

Píter es mucho más dicharachero: pregunta, aconseja, acompaña a Nat. Tiene buenas intenciones, pero le gusta que las cosas se hagan a su manera (o a la de la comunidad). La diferente, la que rompe el statu quo, como Nat, tiene que ser llevada al redil.

Muy interesante resulta el personaje de Roberta, que con demencia aparece como la más lúcida de todos los personajes o los gitanos, que ayudan con las flores y la serpiente, demostrando más amabilidad que el resto de vecinos.

Por último, la familia de al lado, que denomina a su casa «El Chaletito» se presenta como la más pura personificación de la hipocresía.

En general, personajes muy creíbles todos, muy verosímiles ¿no os parece?

Seguimos en vivo y en directo el jueves 27…