«Dos hermanas»: contexto y tramas

*Aviso: es preferible no leer la entrada si no se ha leído la novela.

Fotografía Paris Time Maps de Martin Gautron en Flickr ((CC BY-NC 2.0)

París, la ciudad del amor, el tópico de lugar romántico por excelencia, se convierte en el paisaje de la desolación absoluta ante la ruptura, en el escenario del adiós para Mathilde durante la primera parte de la novela.

Tanto es así que queda «contaminada» por la ausencia del ser amado y todo en ella recuerda a Étienne. Los lugares recorridos en su compañía, quedan tachados en el mapa de la protagonista, a la que solo le restan «islotes ridículos» de su ciudad.

Y sin embargo, hay dos paseos a la orilla del Sena, en que de nuevo los sentimientos amorosos afloran. En el primero, durante el segundo encuentro entre Étienne e Iris, el río es el escenario en que se materializa la recuperación de su amor; en el segundo, a la salida de la ópera que disfrutan juntos Frédéric y Mathilde, mientras caminan de vuelta a casa, se crea una atmósfera especial en la que la ciudad le devuelve a ella su cara más amable, recuperando su encanto y a él le hace revivir otros paseos con su mujer (y otro momento de la relación que parece añorar) lo que le lleva a percibir el parecido de esta con su hermana.

Foenkinos sitúa a los personajes entre los distritos X (Calle de la Fidelidad) y IX (Calle Pigalle y Plaza Cluchy) en la persecución de Iris y el VIII (Teatro de los Campos Elíseos) en la noche de ópera y paseo de Mathilde con Frédéric. En el mismísimo corazón de París.

En cuanto al contexto temporal, todo lo que se cuenta tiene lugar en nuestros días, en la era Tinder, la época de la explosión de las redes sociales, de Google, de los smartphones…

El uso del móvil o de las redes sociales en las relaciones, tienen su propio papel en la historia: la ruptura total de Étienne e Iris se produce cuando ambos se bloquean sus cuentas; la falta de mensajes de Étienne que Mathilde anhela al principio y reclama después…

Y la «curiosidad dolorosa» que siente el Frédéric de Flaubert, de la que Mathilde propone hablar a sus alumnos: la importancia de querer saber todo de la persona amada, más que el querer tenerla y que ella misma percibe como especialmente amplificada en nuestra época…Y que también utiliza para saber más de Iris, aún siendo poco experta en la materia, rastreando su perfil de Instagram y las publicaciones sobre su nuevo trabajo.

Por otra parte, el universo Tinder corre de la mano de Sabine y su ristra de relaciones fallidas, todas repletas de hombres que no se interesan en absoluto por ella y solo buscan sexo, hasta que encuentra a Antoine el bibliotecario, con el que parece compenetrarse perfectamente.

En cuanto a las tramas, señalamos la ruptura y abandono de Étienne como primera línea argumental, a la que se viene a sumar el incidente en el Instituto con Mateo, que acaba hundiendo a Mathilde en la desesperación total. Este último acontecimiento, por el que pierde su trabajo, el único elemento que aún le anclaba a la cordura, su única razón para seguir, la lleva a tocar fondo.

Otro momento fundamental de la novela es el traslado al apartamento de Ágathe, que inicia la segunda parte de la novela y la «recuperación» de Mathilde. La constancia de la felicidad de su hermana, injusta desde su punto de vista, va haciendo mella y el breve acercamiento entre ambas que se produce con las muestras de generosidad de Ágathe, va desapareciendo poco a poco.

Es entonces cuando de manera fortuita (o no) coinciden la noche de la ópera, Mathilde y su cuñado. Hay un acercamiento entre ambos, se descubren y se sienten a gusto juntos. Desde ese momento, la relación entre las hermanas se va deteriorando. Nacen los celos en Ágathe y en Mathilde se va enquistando la envidia. Tiene cada vez más claro que la vida de su hermana es la que debiera ser suya.

En este sentido es muy significativo el pequeño capítulo en que alguien asume que es la madre de Lili y ella no lo desmiente. Ya está metida en el papel.

Otra de las tramas que marca la historia es la muerte de los padres. La noche en que Mathilde escucha y sufre el dolor de su madre a la vez que conoce la muerte del padre, mientras Ágathe duerme, es la metáfora de las vidas de ambas, el anticipo de lo que vendrá. La una conoce, sabe, lee = sufre; mientras la otra vive en una ignorancia que le proporciona felicidad.

Otro incidente del que debemos hablar es la escena del riego de las plantas, en nuestra opinión demasiado explícita. Es uno de los peros que le ponemos a la obra porque nos parece que da demasiadas pistas… ¿No habría sido mucho más efectiva si hubiera sido más sutil y menos reveladora?

Por último, destacamos el instante de la ternura con mayúsculas en la novela, la imagen muy gráfica y muy hermosa del gesto de Étienne con el pelo de su mujer: «la personificación del amor» le parece a Mathilde y que al final consigue para sí misma.

¿Alguna opinión, comentario al respecto?

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4 respuestas a «Dos hermanas»: contexto y tramas

  1. Felipe dijo:

    Me parece muy acercada la palabra contaminación para la ciudad, tantos recuerdos contaminan la mente de Mathilde. Y creo que por eso el autor nos habla de Hugo y cómo él decidió mudarse a otra ciudad, él se percató de que iba a ser nocivo continuar y prefirió irse a otro lugar.

    Sobre lo reveladora de la escena, me pareció mucho peor el título elegido, a medida que avanza la historia, sabiendo el título ya nos adelanta que algo muy intenso tiene que suceder. En cambio la primera escena de las plantas nos sirve como termómetro de cómo de enferma está nuestra protagonista.

    Sí que me gustó mucho que Ágathe desconfiase de su hermana y sus intenciones, que detectase que podría estar tendiéndola trampas, aunque cómo iba a imaginar que su propia hermana llegase hasta ese extremo. Creo que a mitad del libro comentan algo así como que cuida de su hermana por el simple hecho de que es la hermana.

    • Novelerías dijo:

      Hola Felipe. El título es también demasiado claro, tienes razón. Evidencia que algo va a pasar entre ellas…

      Es posible que a ti te parezca un termómetro la escena de las plantas, pero a mí me fastidió la sorpresa, me pareció un anuncio de neón (tamaño gigante) de lo que iba a venir.

      La relación entre ellas es siempre forzada. Ágathe se vuelca en Mathilde por su vinculación familiar, se siente obligada, en ningún momento dice que lo haga por el cariño que la tiene. Mathilde dice varias veces que han estado distanciadas, que el nacimiento de Lili ha hecho que se vean más, pero no hay unión, no hay complicidad, no se aprecia amor fraternal ni de un lado ni de otro. La una se ve «forzada» a intervenir y cada vez le pesa más la presencia de Mathilde en su casa y esta no soporta los gustos y actitudes de su hermana. Cada día que pasa le parece más injusta la felicidad de Ágathe, comparada con su infelicidad; la vida sin preocupaciones de aquella frente a su mundo que se desmorona…

      Llega un momento en que la una desconfía de la otra, intuye su futuro y la envidia/odio que se está fraguando en el interior de Mathilde.

  2. Conchi Allica dijo:

    Hay un tema secundario, que me parece fundamental, es el sufrimiento que se puede sufrir en la infancia, que arrastra toda la vida Mathilde, las heridas profundas de las que no se puede uno recuperar. Y que están en la aceptación del dolor o sufrimiento, o en la ocultación, el no pasa nada. Parecer que nada nos afecta, y dentro estar roto. Mathilde ya estaba rota antes de que le dejara su pareja, este es solo el detonante, de lo que hay dentro, el no perdonar a su hermana, que no sufriera por la muerte de su padre. Mathilde arrastra una herida profunda de la que nunca se ha curado.

    • Novelerías dijo:

      Hola Conchi. Sí, es verdad que este tema también tiene importancia y de alguna forma sobrevuela toda la historia. Ese descubrimiento traumático de la muerte del padre (y el dolor de la madre, también) que marca la vida de Mathilde y que no afecta a su hermana va en paralelo con los destinos de ambas y quizás sea la razón oculta de la tragedia final. Mathilde mantiene esa herida en las profundidades mientras es feliz, pero la desgracia remueve todo y solo saca dolor y rencor. Gracias por el apunte :).

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