Temas y personajes de «La gran serpiente»

«Pistola», fotografía de juiceeric18 en Flickr (CC BY 2.0)

Esta es una novela negra peculiar que contiene los elementos esenciales del thriller: no se escatima ni violencia, ni crueldad, ni sangre; asistimos a las diligencias de una investigación policial en toda regla, pero conocemos desde el primer momento tanto a la asesina, como los motivos crematísticos que la mueven a matar.

Pero más allá de su adscripción al género policiaco, la obra nos lleva a reflexionar sobre temas de calado. El más importante, el deterioro cognitivo y físico que conlleva la vejez, es el detonante de cada uno de los movimientos de la acción narrativa.

Se nos presenta a una mujer que ha venido realizando su trabajo con pulcritud, perfección y frialdad, perdiendo los nervios, olvidando nombres y actos realizados, confundiendo objetivos… al llegar a la sesentena.

Pero no solo en nuestra protagonista vemos los estragos de los años. El Sr. De la Hossseray, que a la postre tiene un papel fundamental en el desenlace de los acontecimientos, sufre lagunas mentales en las que no recuerda lo que ha hecho momentos antes.

La drogadicción, el paso por la cárcel y las consecuencias que esos errores de juventud tienen a la hora de educar a un hijo, con la intervención de los servicios sociales es otro de los temas que se atisban.

Y se presenta una fotografía social en la que los empleos más duros están en manos de este grupo de mujeres desarraigadas, pero esforzadas, recién salidas de prisión, inmigrantes… mientras que algunos puestos de poder y prestigio, son ocupados por individuos mediocres, vagos y sin talento como el comisario Occipinti.

Además, la corrupción, el poder económico, el sexo… están detrás de los encargos que nuestra protagonista recibe.

Esta, Mathilde es una mujer calculadora, dura, cruel, una psicópata para quien la vida no tiene ningún valor, que asesina con gusto, sin remordimientos. Con la única persona que empatiza es con su adorado comandante. Ni su hija, ni su vecino, ni su marido, parecen haber conseguido ni un poquito de su afecto. Apenas sus perros reciben migajas de cariño, pero siempre junto a muestras de violencia, producto de sus berrinches y mal humor.

Henri Latourelle, su pareja imposible, parece también una versión masculina de ella, aunque en formato comedido e impasible. Elegante, cauto y astuto, solo pierde la compostura ante Mathilde.

Tanto Constance como Vassiliev son dos personajes que, por el contrario, enseguida despiertan nuestra ternura. La primera en su lucha por volver con su hijo y el segundo en su honradez, lealtad y timidez acercándose a Tevy, la camboyana que cuida al amable y benefactor Sr. De Hosseray, con la que no resulta difícil empatizar, en su intento de abrirse camino en un país extranjero, con ganas de aprender y que trata con cariño al anciano, quien parece tener un papel secundario, pero asume en el último momento el papel de justiciero.

Prácticamente todos, como dice Mª José, son «desaparecidos», dejando al lector un poco huérfano, pero es sobre todo la muerte de Ludo, el paciente dálmata, la menos justificada y el personaje que más se echa de menos ¿no os parece?

Añadid lo que os parezca.

El jueves cerramos curso académico con nuestra única quedada presencial del año.

¡Deseando coincidir con vosotros y contarlo en este blog!

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4 respuestas a Temas y personajes de «La gran serpiente»

  1. M. Jose dijo:

    ¿Y os habéis fijado en la mirada de Ludo en la portada?. Muy, muy desconfiada, y con razón. Igual portada en la edición original.

  2. Manu dijo:

    Me ha sorprendido el modo de tratar por el autor una novela negra y policiaca donde hay crimenas y sangre a «tuti plen» y sin embargo tratados con una ironia y humor negro por la asesina que parecen lo mas natural del mundo .Esto hace que, a mi particularmente, me ha enganchado hasta el final, narrado con maestria y hasta con cierta satisfacción personal por su desenlace . No es de las de acabar bien , pero tampoco mal , je ,je

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