«Cervantes para cabras, Marx para ovejas» de Pablo Santiago Chiquero

Hay libros que hay que leer porque tienen un título al que no te puedes resistir.

Aquello de que semejantes autores «sean» para dos especies animales (a las que inevitablemente asociamos unas cualidades concretas), picó nuestra curiosidad desde el primer momento. aunque hay que decir que no hay una explicación clara del origen de las preferencias de unas y otras por un determinado autor.

Queda científicamente probado, eso sí, que en ambos casos, la lectura es beneficiosa para el rebaño 🙂

A partir de esta premisa y con las continuas remisiones al Quijote, yo reconozco que me he entregado sin condiciones al disfrute.

Pablo Santiago Chiquero

Aunque estamos ante otro autor que se estrena en la novela, a este periodista y escritor se le reconoce oficio como narrador, con una prosa cuidada, pero sencilla y directa, diálogos frescos y personajes creíbles cuyas aventuras y desventuras discurren ante nuestros ojos como si estuviéramos en el teatro.

Todo ello aderezado con mucho humor, que siempre se agradece y endulza la imagen de una España analfabeta que está a punto de romperse.

La obra

Es un libro diferente, con una estructura de capítulos al más puro estilo cervantino que constituye un homenaje a la lectura y a su poder transformador y presenta los temas que siempre nos ocupan como el amor o la amistad, a través de peculiares personajes entrañables que todavía creen en la humanidad.

El ambiente rural en el que transcurre la acción, se describe con detalle: con sus poderes fácticos, su escuela, los olivares, las vides, el mercado, los bailes.. La fotografía auténtica de la vida en los pueblos de una España que ya no existe.

Aquí tenéis la información consultada.

Seguimos analizando contexto y tramas en la próxima entrada. ¡Hasta entonces, comentad lo que queráis!

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Resumen cita virtual sobre «El último caso de William Parker»

Empezamos incluyendo las palabras de Jónatan, que estaba en Ginebra por trabajo y nos mandó su opinión sobre la obra.

Para él es un libro bien escrito que va de más a menos: se lee de forma fluida. No se ha aburrido con textos de relleno o innecesariamente estirados, y los diálogos (y pensamientos) de las primeras páginas le han parecido ingeniosos.

Luego todo son demasiadas coincidencias, no le ha emocionado, no le ha resultado intrigante. En resumen, un libro escrito correctamente, que si bien tiene todos los elementos asocaidos a una novela negra, no refleja tensión, sufrimiento o intriga. Y sí ha habido una parte que le ha aburrido, pero evidentemente era necesaria para construir la historia: desde que muere Andrea hasta que Fernando le corta la cabeza; además de que es un doble salto mortal de incredulidad la forma en la que ella muere (te empujo y te mueres, sin más) así como la forma en la que Fernando «nace» como asesino en serie, cuando accidentalmente le corta la cabeza.

Y lo del padre que busca «curarle» la homosexualidad a la hija llevando a un hombre a su casa no lo ve. ¿De verdad un padre va a hacer algo así?, ¿una madre va a aceptarlo, al menos en principio? ¿Y la hija se deja llevar sin más? Como tampoco ve la historia del asesino del ascensor, y que milagrosamente fuera el detective Parker quien descubre a la homicida del primer ascensor.

Si William Parker es tan buen detective, ¿de verdad pudo creer por algún momento que el vagabundo era el asesino? Pero si no tenía ni medios ni motivación. Por no hablar del relleno de la parte del tenis. El único momento de tensión (y posterior engaño, con la falsa muerte de Jennifer) es cuando William tiene que elegir a quién dispara, aunque es evidente a quién va a disparar.

A Fres le parece que Alfaguara ha perdido el norte. Es de lo peor que ha leído. Le ha parecido muy mala, manida: mal contada, mal construidos los personajes, con topicazos de trazo grueso. No la salva por ninguna parte. La peor de largo que hemos leído en el club, piensa.

Las disquisiciones del periodismo que hace Fernando Fons, son espantosas.

A Laura también le ha parecido de poca calidad, la ópera prima de un chaval joven que se ha metido en la novela negra que ahora está muy explotada. Desde el principio te presenta al asesino. El policía es tontísimo, no entiende que sea un tío reputado.

Todo se construye con tópicos, la historia no hay quien se la trague. Lo único interesante que parecía que iba a tener interés es la relación entre dos de los asesinados, pero no va a ningún sitio. Es una obra fallida, no está bien escrita.

A Fabiola le dieron miedo las primeras páginas. A ella no le pareció tan mala en el momento, entró en la historia y le pareció entretenida. No le gusta el principio.

A mí me parecía más prometedora al principio. No sabe salir (Fres), se hace mucho lío. Es muy confusa.

A Valen le pareció el principio muy tópico. Enseguida ves quien es el asesino. Le parece poco verosímil que el policía se apunte tan rápido al nuevo caso, después de su depresión. A partir de ahí le parece más entretenida, se lee fácil, sin tener gran calidad literaria. Es un libro un poco flojo, sin más. Es plano, lineal. A él si le ayudan las fechas en cada inicio de capítulo; a mí me parece que no es necesario marcar tan pesadamente la fecha.

Mª José no daba crédito a que lo haya publicado Alfaguara. Creía que era un fake.

Le gusta el inicio y a partir de ahí, William Parker le parece insoportable. Es un personaje muy flojo y no te lo crees. El asesino se ve enseguida. No importa lo que pasa por el medio. Hay unos capítulos en los que hay una historia más antigua que relacion a los personajes muertos (Fres) pero no se sabe a qué viene para qué. Lo último que le ha incordiado es la gracieta final en que dice que no sabe por qué los músicos se ponen a escribir. Leer, se lee rápido.

Hace alarde de la documentación (Fres): como va vestida la policía cuando entra en la escena del crimen. Introduce datos estadísticos (yo)…

Fres cree que la relación entre Fernando y Andrea es absurda. Coge como cachos de aquí y de allá. Opina que la editorial ha entrado en una fase de deriva (Fres).

Manu coincide con la crítica. Es oscura, farragosa, por asesinatos que no quede, cuanta más sangre y más decapitación, mejor. Lo único bueno es que matan y a veces, resucitan. Tampoco entiende que se la hayan publicado. No hemos avanzado en el club con esta lectura.

Fres, destaca lo gracioso de la postura de los decapitados. Los asesinatos son absurdos, cómo le da tiempo a hacerlo (Laura). Los asesinatos son malos, la investigación es mema. Los personajes son sosos.

No hay hilo. No hay explicación para las posturas.

El asesinato del 2017 es ridículo. Es muy rocambolesco.

Que la detective sienta empatía con el asesino y se líe con él, no resulta verosímil.

A Valen si le gusta la historia de los ascensores, cómo el asesino obliga a matar a la gente. Esa era buena idea.

 A Fabiola le recuerda a La ballena azul un juego en que se daban tareas que tenían que hacer los jóvenes (tipo challenges, retos).

Laura cree que no ha leído mucha novela negra, ha visto mucha película, describe escenas. Más bien ha visto series que películas (M. José): la resucitación le recordó a esos personajes que entran y salen. A Fres le ha parecido absurda, poco fina. Ha ido ensamblando historias sin tino (Laura). No ha conseguido crear el clima. Abre historias y las deja colgando.

Fres echa de menos la presencia del alcohol.

Los policías son todos muy tontorrones (Laura)

La escena de cómo se hace periodista Fernando Fons, es una estupidez: descubriendo que su padre engaña a su madre.

Yoli recuerda que en una conferencia de Gómez Bárcena, dijo que tomaba muchas notas para escribir y luego les daba forma. Creemos que en este caso, se han perdido esas notas.

Jonatan se incorpora desde Ginebra. La escritura le parece limpia y el inicio parecía ingenioso, pero luego pincha. Lo que ocurre no hay por donde cogerlo, sobre todo la parte de Fernando.

Todos los que mueren tienen vinculación con él, pero no se sabe cómo ha matado ni nada.

Seguimos comentando todos los temas que también nos parecen inverosímiles: la homosexualidad, la violación, etc.

Los sospechosos son lamentables (Jónatan). Los nombres son flojos también (Fres).

No está nada currada, no hay nada de elaboración intelectual. No se entiende que la editorial publique esto.

Para acabar, comentamos un poco el próximo libro Cervantes para cabras, Marx para ovejas y el estreno de la serie sobre El problema de los tres cuerpos y charlamos un rato sobre inteligencia artificial.

Jónatan nos cuenta que ha empezado Un verdor terrible y nos recomienda que le echemos un vistazo.

Hablamos también de Irene Solà y de incluir alguna lectura suya. Yoli dice que tiene mucho apego a la tierra, es lírica y muy física a la vez. Fres y ella nos recomiendan Me diste ojos y miraste las tinieblas.

Y Fres nos cuenta que va a leer también los relatos de la escritora norteamericana Deborah Eisengerg, que se han publicado por primera vez en España.

Nos despedimos un poco a la francesa porque interviene Leia, mi gata y se nos descabala la sesión de Teams 😊

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Temas y personajes de «El último caso de William Parker»

«Crimen», fotografía de Daniel Lobo en Flickr (CC BY 2.0 DEED)

Como en toda novela negra que se precie, en esta historia hay, claro, asesinos de mente perturbada y policías que intentan pararles los pies, descripciones de interrogatorios y comisarías, detalles sórdidos de cadáveres y cuerpos enterrados en lugares inhóspitos.

Entre todo ello, se intercalan algunas historias de amor, en general truncadas, como la breve,  pero intensa relación entre William Parker y Jennifer Morgan o la que mantienen Sarah Evans y Karla Mendoza, que además sirve al autor para destapar los prejuicios y la ignorancia en torno a la homosexualidad, que llevan a un padre incluso a ofrecer a su hija en bandeja a un patán.

En ese abuso, en la violencia que se ejerce sobre Sarah, hace especial hincapié Escrivà, llevando a su protagonista a tomarse la justicia por su mano, incriminando a los implicados con pruebas falsas. 

Relacionado con todo ello, vislumbramos distintos tipos de vínculos familiares entre parejas y también entre padres e hijos. Ninguno especialmente sano, la verdad. 

El personaje principal, William Parker, es el prototipo de policía afligido, que arrastra un pasado terrible que apenas le deja seguir adelante. Un poco visto ya, resulta. Le viene bien retomar su trabajo, concentrarse en un nuevo caso para poder remontar un poco. Es un tipo honesto y justo, aunque no duda en manipular pruebas para condenar a quienes se podrían librar de la ley.

Fernando Pons el periodista reconvertido en camarero que echa de menos su trabajo de investigación como reportero y acaba inventando sus propias noticias, es un joven con muchos traumas, falto de cariño, un personaje poco creíble en mi opinión.

A Jeniffer Morgan no la conocemos mucho, más allá de su relación con el protagonista y su conversión como infiltrada. Curiosa me parece, la empatía que siente por Fernando Pons.

El padre de Sarah Evans, Arthur es el más perturbador de los personajes. Violento y manipulador, incapaz de querer a su hija tal como es, está dispuesto a lo que sea por «apartarla» de sus inclinaciones sexuales. 

La madre, Grace, aunque es la única que se comporta con normalidad ante el amor que su hija siente por Karla, tampoco actúa con valentía y su falta de acción, encubre las acciones deplorables de su marido.

Logan Owens es otro tipo repugnante, dispuesto a violar sin ningún miramiento, solo porque otro hombre le da permiso para hacerlo.

Por último hay que hablar de Andrea, esa niña mala que finge ser amiga de Fernando Pons y le marca de por vida, a la que no consigo creerme en ningún momento y cuya brusca desaparición, me parece tan poco elaborada, que casi hasta me molesta.

Alrededor de todos ellos, circulan policías y forenses muy estereotipados, de los que aparecen en cualquier thriller de serie al uso. 

Comentaremos más en nuestra próxima cita virtual, aunque, como siempre, aquí también podéis incorporar lo que os parezca.

¡Gracias!

 

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Contexto y tramas de «El último caso de William Parker»

«Morning Fog – San Francisco», fotografía de David Yu en Flickr (CC BY-NC 2.0 DEED)

Por lo que se refiere al contexto, la novela transcurre en San Francisco entre el 20 y el 25 de diciembre de 2018, con flashbags intercalados que nos llevan a Los Ángeles en 2017 y a Tavernes de la Valdigna en 1999 y en 2017/18. El epílogo final, sitúa la acción 5 meses más tarde de la Navidad del 18.

La trama principal nos presenta al inspector William Parker intentando resolver una serie de asesinatos en serie en San Francisco. Del personaje y de este argumento inicial, cuelga sobre todo su reciente pasado, una experiencia traumática de la que aún no se ha recuperado y algunas historias secundarias relacionadas con los asesinados, como la de los Evans o los Owens.

En palalelo, discurre otro hilo a partir del personaje de Fernando Fons, periodista español reconvertido en camarero en Estados Unidos, cuya historia se nos va descubriendo a medida que avanzamos la lectura hasta convertirse en determinante en el desenlace de la novela.

Creo que no me dejo nada.

En la siguiente entrada, nos centraremos en los temas y los personajes de la obra.

¡Hasta entonces!

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«El último caso de William Parker» de Alexandre Escrivà

Tenía curiosidad por leer esta primera novela de un autor tan joven y como andaba a la caza de una negra, me pareció que podía ser diferente.

Todo mi respeto para alguien que es capaz de escribir un libro, pero me temo que me ha decepcionado un poco. No he conseguido engancharme, ni creerme a los personajes. Me ha parecido cansino el vete y ven cronológico y espacial y la resolución de las tramas, floja. 

A ver qué opináis los demás, tal vez no estuviera yo especialmente receptiva 🙂

Alexandre Escrivà 

Músico, con vocación de escritor desde niño, se zambulle en el género negro, el que más le gusta, siguiendo a un atormentado policía en la resolución de varios crímenes.

En mi humilde opinión le falta profundidad a su escritura, me resulta muy simple, muy básica. Y no es que escriba mal, lo hace de forma eficaz, pero a mí no me emociona, no me convence. Qué le vamos a hacer.

La obra

Desde el principio me recordó a los clásicos del género: un detective brillante, que sufre en silencio, con un turbio pasado, manías, fumador empedernido, se reincorpora al cuerpo para encontrar al asesino.

Luego se me fue diluyendo, perdiendo verosimilitud y fuerza, porque la unión de los dos casos de la novela me resulta muy blanda, incluso cursi.

Y el otro eje de la obra, la historia de Fernando con Andrea, se me antoja incompresible.

Creo que el punto de no retorno, el lugar en el que ya dije, no, esto no puedes acabarlo así, es cómo se resuelve dicha historia. Es un final precipitado y fácil.

Empiezo a pensar que quizá no era un buen momento para leerla, que no suelo ser yo tan negativa…

Aquí tenéis algunas entrevistas al autor que igual completen la información de esta entrada.

Deseando leeros.

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Resumen de la cita virtual sobre «La anomalía»

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Cita virtual febrero

Empezamos hablando de que las ciencias y las letras van de la mano. En nuestro club hay una mezcla de ambas disciplinas que, estamos de acuerdo, combinan muy bien.

A Conchi no le ha vuelto loca la novela, pero le ha hecho pensar y eso le gusta. Hay diferentes historias, todas interesantes. Llamaría al libro algo como “las diferentes opciones”, “qué pasaría si…” La ha leído disfrutándola, casi más pensando que leyendo, reflexionando sobre las cosas que pueden pasarnos en la vida y como la misma persona reacciona de diferente forma.

A Laura le ha gustado bastante como no tenía referente no sabía nada sobre ella, al principio andaba despistada: empieza con un asesino y parece una novela negra, pero luego presenta a los personajes del vuelo… tan variados. Cómo se va desenvolviendo la paradoja de los dobles, tiene por un lado el drama humano de lo que les ha pasado, como se relacionan entre sí y por otro cómo hacen los protocolos, que es fascinante. Tenían que buscar todas las probabilidades de lo que pudiera pasar. Le ha gustado desde el punto de vista de literatura experimental: lo que pasa al final, unificando todo, está muy bien y le ha sorprendido. Le parece original, también la mezcla del libro de Miesel con la propia novela.

Resuelve bien el enfrentamiento de las dos personas iguales (yo) y estoy de acuerdo en la maestría de la unión de todas las piezas y en que presenta un desenlace diferente.

A Felipe le ha gustado mucho, le ha pasado como a Laura, al principio le parecía un thriller. Luego se dio cuenta que no. Resulta al inicio un poco confuso, te preguntas cómo se van a relacionar las historias. Como ha tantas, algunas son mejores que otras. Parecía la serie Perdidos. Le han gustado tanto el tema como el desarrollo de este.

A Jónatan le ha decepcionado un poquito. Abarca muchos personajes y aunque el piensa que tiene su razón de ser, preferiría menos personajes y más interacción con los dobles. Es un libro con mucho potencial, esa idea de que somos una jugada de unos seres superiores. Igual en el futuro da para una serie. Le ha gustado mucho la parte del protocolo, las preguntas, las grabaciones. Esa parte es muy potente. Entre los personajes se queda con el asesino, sin embargo, la abogada, parecía que iba a dar mas juego y se queda en nada. También le interés Miesel. El libro está muy bien escrito, la forma de escribir es interesante, la idea potente, mejoraría en su opinión con menos personajes y le falta algo de trama. No hay nudo, no hay sufrimiento, todo fluye. Le habría gustado sufrir más.

Para mí si hay un nudo que une todo. Jonatan cree que más bien es un misterio.

Como físico con el nivel que tenemos de inteligencia en nuestra sociedad es imposible la existencia de un mundo así, en un futuro lejano quien sabe.

Se manejan diferentes posibilidades y al final se decide que la más probable es la que eligen, pero en forma de hipótesis que pierde validez si no se puede comprobar (Jónatan).

A mí me gusta que estén probándonos, que se trate de una evaluación. Y la introducción de Encuentros en la tercera fase en el protocolo, me parece divertida.

A Valen le ha gustado mucho. Le ha ocurrido la “anomalía” de acabar el libro a tiempo, incluso demasiado pronto. Ya no se acuerda 😊. Si es posible o no lo de estos mundos, que seamos un juego de alguien, es igual de plausible que otra teoría: ya hay juegos de simulación en que dejas un ecosistema y se va desarrollando. Si hubiese una superinteligencia que dejara evolucionar al ecosistema hasta llegar a tener conciencia propia y pensar que podrían ser un juego, es una paradoja interesante. A partir de una historia ficticia trata temas profundos: ciencia, tecnología, lo social, aspectos psicológicos, el mundo audiovisual y juega muy bien con esa anomalía y lo que puede ocurrir en el mundo. Hay muchos personajes, muchos nombres que además duplican y se hace duro, pero luego les coges cariño y te acuerdas de ellos. Hay un juego con el libro de Miesel que en algún momento le achacan que una obra suya tiene muchos personajes, ¿hay autocritica o es un guiño? No entiende bien las citas de Victor Miesel, si se trata de fragmentos del libro inventado o de un libro real.

Para Manu ha sido una novela que le ha sorprendido, no había leído nada de él y ha descubierto que además es matemático. Es una novela compleja, la abundancia de personajes ha hecho que tuviera que leer del tirón, no a ratos, con una lectura continua. En la primera parte, se presentan los personajes, en la segunda, llega la crisis y vemos cómo se trata por las autoridades institucionales, religiosas y científicas con mucha ironía. Le parece real, cómo reflexionar sobre en qué manos podemos estar. La tercera parte supone el enfrentamiento de los personajes dobles, con desenlaces muy diferentes y crítica. Le ha gustado en líneas generales, es imaginativa, compleja y brillante

Felipe pregunta qué personaje nos ha gustado más: a mí el asesino es muy bueno, coherente.

Conchi cree que cada uno representa un conflicto, todos muy interesantes: David que no escapa a la muerte dos veces, otros plantean la esperanza, una segunda oportunidad, pero todos se enfrentan a algún reto. Quién se queda con las pertenencias, las cosas de cada uno: la casa, la familia etc. Surgen problemas prácticos, éticos, económicos. A ella le ha gustado el arquitecto, la relación que tiene con la chica más joven, que ya se había acabado; la niña con los malos tratos del militar. Cada uno pone encima de la mesa un problema moral.

A mí me gusta como resuelve el conflicto de las niñas hablando entre ellas, de manera infantil

Mantiene muy bien la tensión hasta que tú vas viendo que va a ocurrir (Conchi). Maneja los tiempos, las situaciones, los contextos.

Para mi está metido un poco con calzador el espectáculo televisivo, sin haber hablado antes del asunto, sin que conozcamos a las chicas, como con mucha brusquedad. A Valen le parece muy verosímil esto. A Laura le parece que enlaza perfectamente con el extremismo religioso.

Manu habla de los rasgos matemáticos de la obra: usa la teoría de las probabilidades cuando ha de tomar decisiones, se echa a los dados y se resuelve. O cuando habla de las estadísticas y las encuestas que miran la sociedad como uno océano, pero no tiene en cuenta a las partículas que lo forman.

A Conchi le parece que se pone en un punto agnóstico que mola, en un punto de tomar decisiones y la vuelven a liar. Y la conexión con China, es magistral.

A Valen le pareció muy divertido el concilio religioso.

Jónatan la terminó hace tiempo y no se acuerda del todo. Se queda con el asesino, es el más memorable, el cantante por ejemplo no deja poso. Hay unos cuantos personajes principales, el escritor, el arquitecto, la mujer joven, el asesino, la niña. El resto están menos desarrollados. El asesino tenía más recorrido, no ha liado nada, se escapa, se mata y a vivir.

Pero es muy sintético en poco, dice mucho, a mí me gusta. También me gusta el hijo de Lucy que se queda con dos madres.

A Conchi le parece muy afrancesado, echa de menos más pasión. Todos aceptan muy bien los cambios.

La abogada es la que plantea más conflicto, pero su solución a mí me parece adecuada. También la del arquitecto. Me gusta que sean diferentes las relaciones dobles.

Conchi tiene dudas de cómo se presenta el final. Laura y yo pensamos en que es la desintegración. Parece un reloj de arena.

Se incorpora Mª José a la que le ha gustado muchísimo. Se lo ha leído dos veces. Le ha sorprendido, no le suelen gustar las novelas corales. Ha llegado a pensar que Miesel era real. Se lo ha pasado muy bien. Quien no ha tenido el pensamiento de que todo es mentira y estamos en la cabeza de alguien dando vueltas. Se acordó de La esfera luminosa, de Cixin Liu, un universo dentro de otro universo, estamos en un átomo dentro de un átomo.

La anomalía, doblar el papel y abrir otro universo son temas que le fascinan. Le han gustado unos personajes más que otros. En algunos casos ha hecho un remate demasiado bueno y dulzón que le parece irreal. La escena de los religiosos tiene mucha miga y el protocolo 42, mucho humor. Intriga, risa, un poco de tristeza: un puntazo de libro.

Le gustan Adrian y Meredith, también a Laura y las caricaturas de los políticos Trump, Macron, Jinping. Se les ve capaces de acabar con todo.

El arquitecto y Lucy es una historia un poco forzada, pesada. El abuso infantil se va viendo venir.

Toca tantos palos a través de los personajes y cada uno representa un conflicto (Laura).El piloto también le gusta.

También ha intentado descifrar el final. El embudo es muy simbólico. Faltan letras. Yo interpreto que se están cayendo por el tubo del reloj. El principio con el asesino también le ha gustado.

Hablamos sobre la fórmula que se incluye, si es de verdad. Concluimos que no, porque no especifica lo que significa cada letra; también hablamos de las citas que aparecen, de la metaliteratura. Miesel es el alter ego del autor. El segundo, parece decir que está escribiendo un libro que es el mismo libro que leemos.

Jónatan y Manu piensan que está abierto el final, como en Origen. Jonatan nos recomienda Primer de Shane Carrruth, una peli de cosas entrelazadas y que te hacen pensar, tipo Memento de Nolan.

Sobre Miesel cree que es raro y plantea dos personajes muy diferentes puede ser una idea de que el suicidio no define a la persona. Hay un filo y puedes caer de un lado o del otro.

Hay un equilibrio entre la trama y los personajes. No le ha entusiasmado, pero sí le ha gustado.

Mª José habla de cómo está escrita la parte del programa de televisión, ese capítulo le resultó curioso, ver los entresijos de la realización.

Laura piensa que refleja la sociedad americana desde un punto de vista europeo. No lo ridiculiza, pero sí vemos como imaginamos que lo haría USA, metiendo mucho dinero. En China, lo harían de otra forma (Mª José). También ironiza sobre cómo ven los americanos a los franceses.

Hablamos de la próxima lectura, un poco experimental y de posibilidades de novelas para leer en el club: Un verdor terrible, La última migración de Charlote McConaghy, Cervantes para cabras, Marx para ovejas.

Comentamos la película Oso vicioso relacionada con una obra que leímos hace tiempo, así como de la propuesta de leer ensayo y cómic.

En breve, volveremos a encontrarnos por aquí.

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CC BY-NC 2.0 DEED

Vistos con perspectiva y ojos más inteligentes que los nuestros, seguro que somos una civilización para olvidar. De eso trata este libro. De lo mal que lo hemos hecho a lo largo de los siglos sin aprender ni un poquito de nuestros errores.

Y una de las claves de la novela está en determinar quien nos observa y toma decisiones: lo que unos llaman dios y otros cultura superior, basándose en la ciencia que encuentra una explicación de lo incomprensible. Más allá de lo plausible que pueda resultar desde la física, a mí la idea de que nos estén probando me encanta y… ¡me resulta tan verosímil que la liemos una vez más…!

Se tocan además temas variados y complejos que, aunque no se tratan profundidad, van dejándose caer con pericia y dejan poso de la mano de los protagonistas:

  • La mentira como forma de vida: la doble cara del asesino a sueldo, capaz de mantener una existencia burguesa y familiar trufada de viajes en los que mata a sangre fría por dinero.
  • La diferencia de edad como motivo de inseguridades y miedos en las relaciones amorosas y el amor en general.
  • Los vínculos materno-filiales.
  • La enfermedad y la irreversibilidad de la muerte.
  • Los abusos sexuales y la violencia dentro de la propia familia.
  • La dureza en un mundo laboral en el que se mezcla la discriminación racial con la de género.
  • La soledad, la falta de objetivos que lleva al suicidio.
  • La homofobia en los países africanos.
  • La política y sus miserias frente a la ciencia.
  • La religión y sus fanatismos.
  • El periodismo-espectáculo

Una de las cosas que más me ha gustado es ver cómo se resuelve la duplicidad de cada personaje. Creo que están muy bien construidos los diferentes finales de la historias y ninguno es igual, aunque sí hay segundas oportunidades en algunos casos, como la de Miesel o la del jAndré con la jLucie.

Especialmente coherentes me resultan la del doble de Blake o la de David, pero sobre todo me quedo con la elección del hijo de Lucie que consigue una madre más. Este sí que sabe.

La segunda pequeña Sophie ayuda a su «gemela» a tirar de la manta, como lo haría una niña, sin proponérselo y la pobre Johanna de junio es la que sale peor parada de toda la obra.

Por último, hay que mencionar a Adrien, el científico despistado que acaba enamorado sin remedio de su colega y resulta muy simpático, sobre todo cuando se descubre de dónde salen las preguntas previstas del Protocolo 42 🙂

Seguro que os apetece hablar de algún otro secundario que se me ha quedado en el tintero.

Vuestro turno.

¡Nos vemos el jueves!

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