«Dürnstein», fotografía de hl_1001a3 en Flickr (CC BY-NC 2.0)
Recorremos prácticamente todo el siglo XX con esta novela: desde 1903, en que los abuelos del protagonista deciden acudir a la corte para presentar a su hija, hasta la muerte de Francis en 1981. Atravesamos junto a él las dos guerras mundiales a caballo entre dos continentes.
El protagonista va a vivir tanto en Canadá: en Blairlogie, Ontario, su lugar de nacimiento y en Toronto, donde estudia, como en el viejo continente: en Inglaterra (Cornualles, Oxford, Londres) y Austria (Schloss Dürterstein), con alguna breve estancia en Roma.
La trama principal relata la vida de Francis Cornish contada por el ángel de la biografía, Zadkiel El Menor que, en animada charla con el daimón Maimás, rememoran los acontecimientos y personas que conformaron la personalidad del protagonista, ante la posible publicación de un libro sobre él.
Las tramas secundarias coinciden con los momentos cruciales de la existencia de Francis:
- La rocambolesca historia del matrimonio de sus padres (con el descubrimiento de la existencia de su hermano pequeño)
- El despertar de su interés por la pintura y su formación dibujando cadáveres en la sala de embalsamamiento.
- Su estancia en Oxford, donde se enamora de la que será su esposa, conoce a su mentor y comienza su labor como espía.
- Los años de aprendizaje en Schloss Dürterstein y la creación de las obras que hace pasar por cuadros de los maestros alemanes del Renacimiento.
- Su consagración como experto en falsificaciones, el trabajo en el MI5 durante la guerra y la pérdida de Ruth.
- La vuelta a Canadá y su relación con Ross.
Son muchos relatos dentro del hilo principal y una buena cantidad y variedad de personajes que entran y salen de la vida de Francis, dejando su huella, algunos relacionados entre sí de manera inesperada.
Impresiona la capacidad de Robertson Davis en el manejo de esta estructura, su talento ante semejante complejidad narrativa.
Va a dar mucho de sí el análisis de temas y personajes de la semana que viene ¿no os parece?
Comentad lo que queráis, os leemos.
En estos momentos extraños que vivo, esta novela me está sorprendiendo mucho. El viajar en el tiempo y espacios, con personajes tan peculiares me tienen atrapada. La atmósfera gótica se palpa constantemente y cada paso de página trae una nueva sorpresa.
Síííí y lo bien que maneja toda la narración, enlazando ese complejo entramado de personajes, sin perder de vista el contexto histórico, social y político, profundizando en aspectos religiosos o artísticos. Una cabeza privilegiada, la de este autor.